A las 6 de la mañana ya están preparados. Han llegado desde China para ver su primer encierro de San Fermín. También llega de Japón, como Noda y su mujer, que dice no tener miedo. 

Todos caminan para llegar a su balcón, hay que atravesar la Plaza del Ayuntamiento pero no quieren dejar pasar ni un momento. Foto a la calle, a los balcones, en familia... hasta que por fin comienza la cuenta atrás. 

"No me puedo imaginar, sólo quiero ver qué va a pasar, es algo peligroso", afirma un turista oriental, emocionado como Zai, que está ante un momento único en su vida: "Es un recuerdo muy importante para mí en mi vida estar aquí".    

Cuando se acerca la carrera del encierro cada vez está más entusiasmado, boquiabierto y con cara de asombro, muestra su emoción ante los toros. 

Este año el turismo asiático entra con fuerza en San Fermín. Touroperadores han incluido las fiestas en sus viajes e incluso hay spots y anuncios traducidos al chino. Tras vivir esta experiencia, Noda brinda por volver en otras ediciones.