Una pareja de jóvenes ha sido detenida por vandalizar una obra del artista Jon One expuesta en el museo de Seúl, Corea del Sur. Lo curioso es que, lejos de querer hacerlo, pensaban que estaban contribuyendo a la realización de una obra colaborativa.
Se trata de un graffiti que se pintó en 2016 durante una performance. Una obra que en el museo de Séul se expone con varios botes de pintura con brochas justo debajo, por lo que los jóvenes creyeron que se trataba de una obra colaborativa.
Así se puede dilucidar en el vídeo principal de esta noticia, donde se recoge el momento en el que los jóvenes comienzan a darle brochazos verdes al cuadro. A pesar de que el museo estaba abierto, no parecían estar nerviosos para estar cometido tal delito.
La explicación se encontraba en que ni siquiera sabían que lo estaban cometiendo. Cuando se fueron, los galeristas se encontraron el cuadro, valorado en más de 425.000 euros, con los brochazos. "Llamamos inmediatamente a la Policía y se llevaron el bote de pintura y la brocha como pruebas", ha explicado Kang Wok, director de la exposición 'Street Noise'.
Ahora se sospecha que lo que llevó a la pareja a destrozar el cuadro fue el hecho de que bajo él se encontraban botes de pintura con sus brochas correspondientes y que, viendo la obra, supusieron que se trataba de una pieza 'colaborativa'.
"Confesaron que pensaban que estaba permitido pintar sobre la obra, y que fue un error. Estamos viendo con el artista qué hacer al respecto", ha explicado el director de la exposición.
Como resultado, el museo ha decidido instalar unos carteles en los que pone 'prohibido tocar' para disuadir al resto de visitantes que dar rienda suelta a su creatividad.