El Barça Lassa ha perdido en el Megasport Arena (95-75) ante el CSKA Moscú en la primera jornada de la Fase Regular de la Euroliga y ha comprobado que, de momento, sigue sin poder competir de tú a tú contra los favoritos lejos de casa y, en este baño de realidad, ha estado en manos de unos rusos que llegaron a ganar de 26 puntos.
Un equipo conjuntado y de base cimentada y llena de calidad, contra otro que atesora también quilates, pero que necesita empaque por sus hasta seis caras nuevas. El CSKA, claro aspirante a ganar esta Euroliga, abre con fuerza su camino y el Barça añade otra derrota más en Moscú, donde no gana desde 2012 y donde esta noche estuvo lejos de poder lograrlo.
El tiempo dirá si este Barça Lassa, que sigue con Svetislav Pesic en el banquillo pero ya no cuenta con su 'historia viva' Juan Carlos Navarro en la pista, puede mejorar a los equipos pasados y meterse en los 'playoffs'. Esos augurios de mejora, cuando el grupo se conozca más, y el hecho de no darle la espalda al partido es lo que se puede rescatar de lo visto en la capital rusa, ya que sólo estuvo por delante en el 4-7 inicial.
Pese a verse 26 puntos abajo en el tercer cuarto, el equipo tuvo la reacción necesaria desde el banquillo y llegó a ponerse a sólo 9 puntos cuando Pangos inauguró con canasta el último periodo. Parecía que había partido, pero ahí el CSKA volvió a ponerse las pilas que parecía haber puesto a cargar y el Barça, hundido físicamente, volvió a decir adiós a la emoción y al intento de asalto.
Los cinco triples de Cory Higgins para el CSKA hicieron mucho daño a un Barça que cada vez que intentaba acercarse en el marcador recibía un latigazo en contra. Lo mejor fue la reacción, eso sí, de un equipo que con Pesic sabe que no puede bajar los brazos. Dos parciales, el primero de 7-19 y otro, tras el tiempo muerto obligado de Dimitrios Itoudis, de 7-10 pusieron fin a un gran tercer cuarto del Barça Lassa.
Esa reacción llegó por la defensa del Barça, que pudo subir en intensidad y frenar a un CSKA que estaba ya algo relajado. Ese combo metió a los blaugranas en la disputa, pero se acabó tan pronto como los locales reaccionaron. Con Smits y Pustovyi luchando por sus minutos con entrega, el Barça mostró su mejor cara gracias también a los triples de Kuric y Blazic, otras de las caras nuevas.
También celebrará Pesic que Kevin Seraphin (6 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias) vuelva a sentirse poco a poco el jugador clave que era y que debe ser. Pero sólo Blazic y Kuric superaron la barrera de los 10 puntos en anotación y el equipo echó en falta el poderío interior de un Ante Tomic que estrenó mal su capitanía en la Euroliga, y tampoco Pau Ribas pudo poner su huella en el duelo.
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Mal arranque del Barça, con pinceladas a tener en cuenta de cara a mejorar y llegar a ese objetivo que tiene Pesic en mente de poder competir contra cualquiera en cualquier pista. Le cuesta horrores al Barça Lassa ganar lejos del Palau Blaugrana y, Moscú, no ha sido la ciudad del cambio. El CSKA, por su parte, empieza arrollador como el año pasado.