Baskonia se anotó una victoria de enorme prestigio ante el CSKA (79-78), que le acerca a su objetivo de meterse en el 'playoff' de la Euroliga. Los vitorianos basaron el partido en el buen trabajo defensivo para parar el aluvión de talento en ataque del campeón ruso.
El CSKA aceptó la apuesta y el choque fue durante muchos minutos un 'clinic' en defensa lo que hizo que el marcador se moviera en guarismos notablemente bajos durante los dos primeros cuartos.
Tras el descanso, los dos equipos demostraron que su vocación es claramente anotadora y el duelo se convirtió en un emocionante intercambio de golpes con el marcador en un puño y un último minuto de infarto en el que el duelo entre Teodosic (19 puntos) y Larkin (12 puntos) lo acabó decantando para los locales el base norteamericano.
El equipo vitoriano arrancó el encuentro con mucha intensidad atrás, esto provocó un primer parcial bajo a pesar de la presencia en el quinteto inicial ruso de Teodosic y De Colo, sus dos mayores amenazas en ataque. Baskonia, aún sin brillantez de cara al aro, se mostraba compacto y no dejaba que el actual campeón de Europa desplegase su capacidad anotadora.
La generosidad en el esfuerzo de los de Sito Alonso obligó al CSKA a perder 8 balones en un primer cuarto que acabó con un 18-14 favorable a los locales.
El conjunto ruso subió la intensidad defensiva en el arranque del segundo cuarto, esto cortó el ataque de un Baskonia que además tampoco encontraba el acierto desde el triple. Amagaba el CSKA con despegarse en el marcador cuando apareció la figura de Larkin.
El base norteamericano pidió su cuota de protagonismo para aguantar el pulso con cinco puntos consecutivos.
El partido se convirtió en un igualado cuerpo a cuerpo, con destellos de un magistral Nando De Colo en las filas visitantes (11 tantos al descanso), para acabar el segundo cuarto con un apretado 34-33. Tras el paso por vestuarios Baskonia por fin encontró sus caminos favoritos de cara al aro: correr tras una buena defensa y los triples (anotó cuatro en este periodo).
CSKA, con los imprevisibles De Colo y Teodosic de nuevo en cancha, no perdió la cara a un partido que iba dejando atrás la rigidez táctica convirtiéndose en un vistoso intercambio de golpes por momentos.
En este escenario, la electricidad que siempre aporta desde el banquillo un jugador de carácter como Jaka Blazic fue determinante para subir aún más la intensidad de los locales que cerraron el cuarto con un esperanzador 61-54.
El último cuarto se jugó a tumba abierta. CSKA exhibió su poderío y apretó el marcador frente a un gran Baskonia que tuteaba al gigante ruso incluso con los integrantes del quinteto titular en el banquillo durante muchos minutos.
En un final vibrante y lleno de emoción, Teodosic se puso al mando de las operaciones visitantes y con dos triples y una asistencia consiguió que su equipo se pusiera por delante (77-78) a cuarenta segundos del final. Pero de nuevo iba a emerger la figura de Shane Larkin, con una canasta y un robo en los últimos segundos iba a decantar el partido del lado vasco.
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