La versión más coral del Baskonia alejó un poco más a un inofensivo Barcelona Lassa (79-93) del sueño de jugar las eliminatorias de la Euroliga y acabó con la paciencia de parte de los aficionados del Palau Blaugrana, que por vez primera en lo que va de curso silbaron a su equipo.
Los de Sito Alonso se reencontraron con su mejor baloncesto y pusieron punto y final a una racha de tres derrotas consecutivas ante un rival que, a pesar de su andadura errática, tiene todavía a dos victorias la octava plaza que da acceso a los cuartos de final de la máxima competición europea.
Aupados por el acierto exterior de Larkin (18 puntos), Hanga (14) y Budinger (15), a lo que se sumó la intensidad de interiores como Tillie (13 puntos y 20 de valoración) y Vogtmann, los jugadores del equipo vasco, que con esta victoria se consolidan en las posiciones de 'play-off', desarbolaron a un Barcelona sin intensidad defensiva en el que solo Rice (15) y Vezenkov (14) mostraron algo de orgullo.
Los visitantes marcaron el ritmo desde el primer minuto, endosando un parcial de 3-11 de la mano de los triples de Larkin (2) y aprovechándose de las pérdidas azulgranas, una constante en los últimos partidos. Sólo Doellman, autor de 10 puntos en el primer cuarto, dio la cara en el Barcelona, que, sin el lesionado Alex Renfroe, echaba de menos una rotación fiable en la dirección de juego.
A pesar de los triples visitantes (4 de 7 intentos en los primeros 10 minutos), los de Bartzokas redujeron, poco a poco, la distancia gracias a los tiros libres (7 de 8) y la garra de Faverani en la pintura, que les situaban un punto por debajo al término del primer periodo (20-21).
El segundo acto empezó con un triple de Koponen, con el que los locales se ponían por delante por vez primera en el encuentro (23-21, min.12), si bien el Baskonia, muy intenso en defensa y penalizado por una técnica de Bargnani, seguía dominando ante la irregularidad azulgrana.
En un abrir y cerrar de ojos, los visitantes encadenaban un parcial de 0-8 (33-40, min,16) con Larkin como estandarte, autor de seis puntos seguidos. Pedía tiempo muerto Bartzokas y se levantaban los suyos gracias siete puntos de Vezenkov que ponía el 40-40 a dos minutos y medio del descanso. Una reacción que resultó ser un espejismo. El Baskonia volvió a encontrar el acierto desde el perímetro con tres triples de Hanga (2) y Beaubois al filo del descanso que dejaba el partido bien encaminado (43-53).
Tras la reanudación, los jugadores del equipo vasco se aprovecharon de las dudas anímicas y del ataque errático de los locales y, en dos minutos, enmudecieron al público del Palau Blaugrana con un parcial de 0-7 (43-60). El estadounidense Budinger penalizaba a la desordenada defensa azulgrana desde el perímetro y Larking se aprovechaba de un desquiciado Bartzokas, al que pitaron una técnica por protestar.
Pidió tiempo muerto el técnico griego, pero la sensaciones no mejoraban. Nulos en ataque y sin rebote defensivo -el Baskonia capturó hasta 5 rebotes ofensivos en el tercer cuarto-, los azulgrana no daban respuesta, a pesar de los intentos infructuosos de Rice y Faverani.
En éstas, el Baskonia, con un juego alegre, hurgó en la herida y endosó un parcial de 5-17 gracias a la movilidad interior de Voigtmann y Tillie y a la hiperactividad de Budinger (55-80, min.29). Fue entonces cuando parte de la afición del Palau Blaugrana empezó a silbar al equipo y a mostrar algunos pañuelos dirigidos al palco.
Con su equipo en la unidad de cuidados intensivos, Bartzokas dio entrada a un poco habitual como Eriksson que, lejos de cambiar la dinámica, aportó algo de frescura exterior y ayudó a camuflar la sangría (63-83). Con el partido visto por sentencia, solo faltaba saber si los jugadores azulgranas lucharían hasta el final o, por contra, seguirían deambulando en la pista.
Sin los titulares en la pista, Bartzokas dio la alternativa al recién llegado Moussa Diagne, que dio algo de brillo y movilidad a la pintura azulgrana. La voluntad de los menos habituales no fue suficiente para tapar las flaquezas de un equipo que sigue en caída libre a diez jornadas para la finalización de la primera fase de la Euroliga.