El FC Barcelona ha encajado una dura derrota en casa ante el CSKA Moscú (61-85) que le deja en el abismo, vivo pero en coma de cara a estar en los 'play-offs', después de un primer cuarto casi perfecto para los rusos y horrible para los blaugranas, en su peor registro en un periodo en la Euroliga, una imagen que intentó maquillar sin éxito y que propició que el Palau respondiera con pitidos y pañolada final.
No es la derrota más dura de esta Euroliga para el Barça Lassa, pues ese 'honor' sigue siendo para el Real Madrid con su 63-102 también en la capital catalana. Pero sí fue el peor arranque de partido de un Barça Lassa que sigue sin encontrar su juego y que cada vez tiene más difícil encontrar la estabilidad anhelada.
El Barça no fue rival desde el principio
El CSKA fue una máquina imparable, sobre todo en defensa, y vuelve a igualar al Madrid en lo alto de la tabla con 18 victorias. Las opciones de clasificación del Barça ya son casi traslúcidas, cerca de ser invisibles, inexistentes.
Los blaugranas están ahora a cuatro victorias de la zona de 'play-offs', pero es que por encima tiene al Darussafaka Dogus a tres triunfos y al Zalgiris con una victoria más. Misión harto complicada, por no decir casi imposible, cuando quedan seis partidos.
El parcial inicial de 0-11 propició cuatro cambios a la vez del Barça Lassa. Bartzokas pidió tiempo muerto e intentó cambiar el partido, pero el destino ya había hecho de las suyas. Incluso pareció que el Barça pagara más que nunca el peso de la presión que tienen por ganar.
Y perdieron. En un cuarto para olvidar echaron por tierra sus opciones de ganar y de seguir vivos. Las matemáticas dan margen al Barça, pero su juego no. No el mostrado esta noche por mucho que enfrente estuviera el vigente campeón.
Hasta 27 puntos de diferencia tuvo el CSKA para administrar. En el segundo cuarto aguantaron el ritmo, en el tercero ya abandonaron claramente el huracán ofensivo aunque en defensa siguieron duros. Era la receta para evitar que el Barça se metiera de nuevo en el partido.
El Barça reaccionó tarde y de manera efímera
Si bien los blaugranas se llevaron parcialmente el segundo y tercer cuarto, pensando en maquillar el partido, el CSKA lo tuvo siempre en su mano y del modo que quiso tenerlo. Ahogando al Barça hasta el final. La Euroliga confirmó que los 4 puntos anotados por el FC Barcelona Lassa en el primer cuarto es el peor registro ofensivo del club blaugrana en un cuarto en la Euroliga, en partidos jugados en casa.
Un pésimo cuarto que dilapidó cualquier atisbo de esperanza de los de Georgios Bartzokas, autosentenciados de inicio. La apatía local se alineó con las ganas del CSKA y su defensa asfixiante para secar al Barça. Tan malo fue el primer cuarto, tan paupérrima la aportación de los blaugranas y tal la sensación de desdicha y falta de ambición que el Palau no lo dudó; sonora pitada y algún pañuelo.
Por lo menos sirvió para anotar 20 puntos en el segundo cuarto, aunque el CSKA ya tenía el partido controlado y se dedicó a pasearse, y a disfrutar, mientras desangraba a su rival. Teodosic se inventó un triple superlativo con falta adicional. Nando De Colo hizo entradas a canasta dando vueltas sobre su eje, y Aaron Jackson mareó y quebró a todo aquel que se le pusiera delante.
Y todo ello al ralentí. Enfrente el Barça sufría para buscar el camino a canasta, y con la muñeca fría se fue con un pobre 3/20 en triples al descanso. Habiendo tirado solo diez veces desde la pintura. Mucho debían cambiar las cosas para que por lo menos la derrota no fuera demoledora, y no cambiaron.
El CSKA hizo pasar al Barça Lassa por su yugo sin reparos, llegando a una máxima de 27 puntos en el último periodo. El Palau ya se vaciaba, sólo los Dracs aguantaban el tipo dando el único espectáculo blaugrana de la noche. La victoria del Barça a domicilio, la primera tras ocho derrotas seguidas, no dio alas para buscar una racha triunfadora. Al final, pitada colectiva y pañolada más visible.