El Real Madrid rompió este domingo su racha negativa tras los tropiezos en Málaga y Moscú y, sin exhibir su mejor baloncesto, logró un trabajado triunfo ante el Baskonia que le permite regresar a la segunda posición de la tabla y afrontar con mayor optimismo la inminente Copa del Rey (82-76).
Tras un mal primer cuarto, los jugadores de Pablo Laso fueron capaces de enmendar sus errores antes del descanso y superaron en la segunda mitad a un intermitente Baskonia, al que le faltó la energía suficiente para devolver el golpe de la primera vuelta en Vitoria.
El acierto del que acabó siendo su mejor hombre, Anthony Randolph, con tres triples en los cuatro primeros minutos, pareció aventurar un buen arranque para su equipo, que tomó las primeras ventajas en el marcador hasta que, a las primeras de cambio, se atascó en ataque y permitió que el Baskonia tomase el mando con Vincent Poirier como estilete.
El bache blanco era cada vez más profundo. Los errores en el tiro se sucedían y la sequía anotadora se prolongó durante casi cuatro minutos, lo que permitió a los visitantes irse por delante en un primer cuarto de poco baloncesto en el que el Real Madrid sobrevivió gracias a Randolph, que aportó once de sus quince puntos (15-19, min 10).
Con un paupérrimo 3/12 en tiros de dos (25%) y más puntos anotados desde el triple que desde el resto de posiciones, el mejor ataque de la Liga se mantuvo en el partido gracias a que el Baskonia, que presume de tener la mejor defensa de la Liga, tampoco andaba sobrado de virtudes a esas alturas.
No obstante, sin excesivo esfuerzo el conjunto vasco llegó a disfrutar de hasta ocho puntos de ventaja al inicio del segundo acto, lo que espoleó a un Real Madrid que, poco a poco, se fue desperezando y entró al partido con más coraje que buen juego.
El choque se equilibró gracias a las canastas de Klemen Prepelic y Gustavo Ayón y el empuje de Facundo Campazzo en la dirección de juego, que lograron igualar al descanso un partido trabado, de pocos puntos y con más emoción que calidad (37-37, min 20).
Los tiradores seguían sin tener su mejor día tras el paso por vestuarios y el intercambio de canastas, a un ritmo más bajo del esperado, mantuvo la incertidumbre durante muchos minutos e impidió despegue alguno en el marcador (48-48, min 27).
Luca Vildoza y Shavon Shields destacaban en Baskonia, mientras que el empuje y la visión de juego de Campazzo y el dominio bajo aros de Walter Tavares y Gustavo Ayón eran las principales armas de un Real Madrid al que un acelerón final le dio su mayor ventaja coincidiendo con el final del tercer cuarto (57-52, min 30).
Un 5-0 de parcial puso de manifiesto nada más empezar los diez minutos definitivos la mejoría local y el estancamiento de un Baskonia que acumulaba un 12-2 en contra y no encontraba fórmulas para atacar la defensa blanca. Perasovic pidió tiempo muerto para frenar la sangría y devolvió a la pista a Vildoza tras varios errores de Marcelinho Huertas, pero Jaycee Carroll y Rudy Fernández olieron la sangre y metieron una marcha más al partido, logrando como botín rentas de hasta una docena de puntos.
Johannes Voigtmann no se rindió y dejó en cuatro la desventaja a menos de tres minutos para el final. Baskonia tuvo un ataque para ponerse hasta uno abajo con 33 segundos por jugar, pero Poirier perdió el balón y Randolph sentenció el partido con un triple desde la esquina que rescata el segundo puesto para los madrileños y les carga de moral para la Copa.