Un inicio sideral de Sergio Llull, autor de 19 puntos con 5 de 6 triples en el primer cuarto, señaló el camino al Real Madrid para vencer por 101-83 al Darussafaka turco y clasificarse, ya de forma matemática, para los 'playoffs' de cuartos de final de la Euroliga. Llull ofreció su trofeo de MVP de la Copa del Rey y salió desatado, anotando 19 puntos en el primer cuarto con 5 de 6 triples.
Esta catarata de puntos dejó tocado a un Darussafaka, que no supo reaccionar y que acabó el primer cuarto casi fuera del partido, 30-14. El Madrid se contagió de Llull y se mostró muy fluido en ataque sin necesidad de casi nada más ante la práctica inoperancia del equipo turco. En el segundo cuarto estaba claro que no iba a continuar el paseo militar en el que se convirtieron los primeros diez minutos.
El Madrid bajó de revoluciones y el Darussafaka hizo gala de la calidad de su plantilla con continuas rotaciones. Laso tardó en tapar la vía de agua, 6-14 de parcial hasta el minuto 14.30, 36-28, pero gracias a los triples, que volvieron a entrar de la mano de Rudy Fernández (2 de 3) y el buen hacer de Otello Hunter, el Madrid volvió a recuperar ventajas y acabó con un 53-37 más tranquilizador.
En este sentido hay un dicho que afirma que si el Madrid anota diez o más triples en el partido, gana. Al descanso se fue con nueve. En el Darussafaka, Brad Wanamaker fue el máximo anotador con 8 puntos en los primeros veinte minutos, pero gracias a los tiros libres, seis de seis.
La gran diferencia fue que el Madrid anotó 9 de 15 triples, mientras que los turcos se quedaron en un pobre 2 de 13 en la larga distancia. Una buena salida del Real Madrid, en el tercer cuarto, y un parcial de 5-0 tuvo el resultado de una nueva renta máxima para los madridistas, 58-37 (min.21.15).
Las ventajas se estabilizaron en torno a la veintena de puntos y los dos equipos parecieron conformes en el intercambio de canastas, sin que las defensas brillaran especialmente en ningún bando. El 67-48 del ecuador del tercer acto, con Wanamaker y James Anderson dejando destellos de su calidad, pareció dar margen al Madrid para pensar en la victoria e incluso en superar los 13 puntos por los que perdió con los otomanos en Estambul y así certificar, matemáticamente, la clasificación para los playoffs de cuartos de final.
Pero todo se torció en menos de tres minutos. El Madrid falló un par de tiros, se enfangó en ataque y no reaccionó en defensa ante las embestidas del Darussafaka, que consiguió un parcial de 2-12, 69-60, metiéndose de lleno en el partido. Llull y Anthony Randolph salieron al rescate y el cuarto se cerró con un 75-60 más acorde a la realidad del partido.
En 3.20 minutos, entre el final del tercer cuarto y el inicio del último, el Madrid consiguió un parcial de 12-1, 81-61, volviendo a ver el futuro de color de rosa. El Darussafaka dejó de mirar el marcador y comenzó a tirar de la calidad de sus lanzadores, volviendo a rebajar el marcador, 86-74 (min.34), pero Trey Thompkins, con 3 triples, ayudó a decantar la victoria.
Al final, el Madrid ganó por 101-83, superó los 13 puntos por los que perdió en Estambul y se clasificó matemáticamente para los playoffs. Llull volvió a meter un triple desde el centro del campo, el sexto de ocho intentos. Y, por cierto, el Madrid anotó 16 triples en total.