A los 27 años, Álvaro Domínguez no puede seguir jugando al fútbol. "A nadie le gustaría ser un inválido con 27 años, pero este es el precio que voy a tener que pagar", aseguró en un vídeo colgado en su cuenta de Twitter. ¿Cuál ha sido el calvario por el que ha tenido que pasar el central para colgar las botas?
Su historial de lesiones se remonta a su época con el Atlético de Madrid, donde unos problemas de ligamento le apartaron durante 17 días, perdiéndose cuatro partidos. Una lesión menor para lo que vendría luego, sobre todo en su última época en el Monchengladbach.
Ya en el conjunto alemán, en la temporada 2012/2013, sufrió unas molestias en la cadera por las que se perdió un partido. Su primera gran lesión llegó con una fractura de hombro en la temporada 2013/2014, que le obligó a parar dos meses, perdiéndose 14 partidos.
A partir de ahí, vino lo peor. Las lesiones en la espalda comenzaron a aparecer en la siguiente temporada, obligándole a parar poco, pero llegándose a perder 7 partidos en la temporada 2014/2015 y otros 8 en la 2015/2016.
Finalmente, Domínguez decidió operarse de la espalda, una operación para "jugar sin dolor", tal y como reconoció el propio jugador. Esa operación le tuvo 227 días parado, perdiéndose 25 partidos. Ya en esta temporada, la 2016/2017, los problemas de espalda volvieron, unos problemas que le han obligado a parar para no volver a jugar.
En total, Domínguez se perdió por lesión 83 partidos, estuvo 574 días parado, un calvario por el que no ha podido seguir haciendo lo que más le gusta: jugar al fútbol.