Croacia y Turquía comenzaron la carrera hacia el Mundial de Rusia 2018 con empate en campo del primero, firmado por los goles del local Iván Rakitic, de penalti, y del visitante Hakan Calhanoglu, los dos en los últimos instantes del primer tiempo, en un duelo jugado a puerta cerrada.
Partido a puerta cerrada
Sin público, por la sanción a Croacia por "comportamiento racista" de sus aficionados y "conducta inadecuada del equipo (por cinco tarjetas o más)" en el partido de clasificación para la Eurocopa 2016 del 12 de junio ante Italia en Split (1-1), y sin victoria comenzó el torneo para dos aspirantes al liderato.
El barcelonista Rakitic, sustituido después en el minuto 64, dio ventaja a Croacia al transformar una pena máxima al borde del descanso, pero en el tiempo añadido del primer tiempo respondió Calhanoglu, llamado a ser uno de los líderes del equipo de Fatih Terim en una era que, de momento, no cuenta con Arda Turan.