El Eibar se ha clasificado para los cuartos de final de la Copa del Rey al empatar (0-0) con el Osasuna en el campo de Ipurúa, en el partido de vuelta de la eliminatoria, muy aburrido, y en el que hubo más lesionados -David Juncà y Nauzet Pérez- que juego y ocasiones de gol.
Los guipuzcoanos nunca se habían clasificado antes para los cuartos de final de la copa, ni tampoco habían eliminado al Osasuna en la competición copera. Eran favoritos, porque ya habían vencido en El Sadar (0-3) la semana pasada, y con poco esfuerzo se clasificaron en un duelo 'amistoso' sin tensión competitiva.
El equipo navarro, que está más pendiente de la liga (se juega la permanencia en Primera División, torneo en el que es colista), disputaba este duelo copero con la idea de plantar batalla y lograr un buen resultado que anime moralmente a un Osasuna en el que su entrenador, Petar Vasiljevic, afrontaba su segundo partido en el banquillo tras debutar con un empate ante el Valencia en Pamplona.
Petar Vasiljevic había anunciado que los rojillos iban a competir en el campo eibarrés, y que lo importante era mantener la portería a cero y a partir de ahí consolidar los cimientos del conjunto. Lograron dejar imbatida su portería durante mucho tiempo, pero no hicieron nada en ataque, ya que jugaron muy relajados y no buscaron marcar los tres tantos que les hacían falta para pasar a la siguiente ronda copera.
El técnico azulgrana, José Luis Mendilibar, dio la oportunidad de debutar a Imanol Sarriegi, centrocampista del filial, CD Vitoria, quien formó parte de un 'trivote' con Fran Rico por detrás de Escalante y el mencionado Sarriegi. Los planes de Mendilibar se trastocaron pronto, porque David Juncà se lesionó en el minuto 10 y fue sustituido por Pedro León. Ello provocó que Rubén Peña, quien comenzó jugando de extremo derecho, lo siguió haciendo de defensa lateral izquierdo.
Por su parte, Vasiljevic, como ensayó la víspera, utilizó un 4-1-4-1, con Fausto Tienza de mediocentro por delante de una defensa de 4 futbolistas y por detrás de otra línea de 4 medios. El Osasuna salió en tromba inicialmente, pero fue el Eibar creó la primera ocasión, en la que el delantero Nano no llegó a un pase de Bebé desde la banda izquierda.
Hubo poco fútbol en la primera media hora, pero mucho ambiente en la grada de Ipurúa. La animosa afición navarra ubicada en la grada oeste pidió la dimisión del presidente osasunista por la mala situación deportiva. El duelo siguió muy aburrido en la primera parte, en la que hubo más lesiones que juego y oportunidades de gol.
El duelo 'amistoso' entre los dos contendientes, que pareció un duelo entre 'solteros y casados', se trastocó con un nuevo percance físico, ya que el portero osasunista Nauzet Pérez cayó en mala posición y se dañó el hombro derecho en una acción en la que pugnó con el delantero Nano. Así, Nauzet fue suplido por Mario. En la reanudación la primera ocasión fue de los eibarreses, aunque Fran Rico disparó alto.
De nuevo el sopor se adueñó de los presentes, porque el Eibar actuó tranquilo con sus tres goles de ventaja, mientras que el Osasuna continuó siendo 'inofensivo', ya que los rojillos (hoy de verde) estaban pensando en el decisivo partido liguero contra el Granada del domingo, en el que la permanencia está en juego.
Pasada la media hora de la segunda parte Pedro León probó fortuna, pero su tiro se fue elevado. Tampoco encontraron el camino de la portería Rubén Peña, y el propio Pedro León en otras dos acciones antes del pitido final, que puso fin al sopor.