El Leganés despidió con un peleado empate ante el Eibar (1-1) en Butarque un año 2016 que quedará para el recuerdo en el club madrileño por ser el de su debut en la máxima categoría del fútbol español.
En su puesta de largo volvió el anfitrión al dibujo de cuatro en la zaga tras dos jornadas consecutivas metiendo de inicio un hombre más en la retaguardia. Le obligaron a ello las bajas por sanción de Mantovani y Víctor Díaz. Timor repitió como central y Adrián Marín ocupó el costado zurdo superada su lesión. Arriba, Guerrero.
Por su parte, Mendilibar calcó el once con el que empató ante el Alavés. Empezaron ambos conjuntos voluntariosos, sin ganas de guardarse nada. Enrich agitaba el ataque armero y los suyos pudieron ponerse por delante cuando Herrerín intervino por partida doble para despejar un tiro lejano y el posterior intento de Inui.
Respondió rápido el rival con un balón largo hacia Omar. Controló el canario antes de perfilarse y terminar la acción individual con un disparo que se marchó fuera. Se acercó también al gol Guerrero, aunque no vio puerta después de un excelente control de espaldas a la portería.
No anotó en esa ocasión, pero sí lo hizo poco después. Ayudó a ello Luna. El lateral intentó asistir con la cabeza a su guardameta, pero la entrega se quedó a medio camino al capturarla el punta blanquiazul, quien encaró al portero y solventó con acierto el mano a mano.
Sin embargo, la alegría no llegó para quedarse en el estadio del Leganés. Al filo de la media hora, Herrerín tuvo que salir a pugnar por un balón dividido con el japonés Inui y se lo llevó por delante. El resultado fue una tarjeta roja que obligó a sacar del campo a Rubén Pérez dando la alternativa bajo la portería a Diego Barrios.
Poco tuvo que intervenir el joven portero hasta el final de los primeros cuarenta y cinco minutos porque el choque comenzó a trabarse, encendiendo a la grada y dificultando la aparición de acercamientos a las áreas.
En el descanso, y dadas las circunstancias, Mendilibar entendió que tenía que ir A por el partido. Por ello quitó a Dani García y dio entrada a Adrián. Se estiraron los suyos y pudo lograr el empate Escalante en dos ocasiones. Clara fue la primera, un tiro desde la frontal que pasó cerca de un poste. Más incluso la segunda, al mandar por encima del larguero un remate de cabeza solo dentro del área.
Había temor en el Leganés a perder la ventaja y los peores presagios se confirmaron. Bebe, que pisó el césped en el segundo acto, se aventuró con un tiro sin aparente peligro. El balón tocó en un contrario y desvió su trayectoria de forma parabólica hacia el fondo de las mallas.
Hecho lo más difícil, el equipo vasco se creció en busca de algo más que un punto. Lejeune se acercó cabeceando un saque lateral de falta ejecutado por Pedro León, pero a las buenas intenciones no les siguió el tanto que desnivelara la contienda.
De hecho, los instantes finales fueron para los locales, impulsados por la entrada de Luciano y por ese acelerón competitivo que les acompaña allá donde vayan. Lo premiaron los aficionados apretando primero desde sus asientos y finalmente despidiéndoles con una ovación que honra la buena imagen dada durante doce meses de ilusión.
Su padre, indignado
Obligan a un niño de cinco años a quitarse la camiseta del Espanyol para poder entrar en el campo del Girona
"El bebé se ha tenido que quitar la camiseta del Espanyol porque dicen que con ella no puede entrar. Terriblemente peligroso. Pueden morir todos. Un niño de cinco años", se escucha decir a su padre.