La Real Sociedad asaltó el Ciutat de València tras imponerse por 1-3 al Levante, un resultado engañoso, que castiga en exceso al conjunto valenciano, superior durante gran parte del partido pero incapaz de frenar los diez minutos mágicos de los donostiarras en la segunda mitad que le permitieron remontar un partido que se le había puesto muy cuesta arriba.
El Levante aspiraba a dormir en zona europea e hizo méritos para lograr el triunfo durante buena parte del encuentro, pero la Real Sociedad supo esperar su momento y en el último cuarto del partido frenó en seco con tres goles la racha de cinco partidos sin perder de los locales.
El conjunto valenciano arrancó el encuentro decidido y sin titubear, con una presión muy alta que ahogó la salida de balón del conjunto donostiarra y con un juego ofensivo muy fluido. Tras una buena acción por la banda derecha, el balón llegó a la frontal del área donde Chema, completamente solo, disparó con dureza y el balón, tras tocar en un defensa, descolocó al meta Moya y significó el 1-0.
Con el paso de los minutos reaccionó la Real Sociedad, que se hizo con el control del juego aunque no consiguió poner en grandes apuros a la zaga local. El Levante se empleó a fondo en tareas defensivas y apenas dejó resquicios al equipo donostiarra, que en ningún momento obligó al portero Oier a emplearse a fondo. Los de Paco López buscaron el contragolpe, con la velocidad de Boateng, para marcar el gol de la tranquilidad, aunque sin acierto.
En el segundo acto, el Levante calcó el arranque del partido, arrebatando el balón a la Real y llegando con claridad al área de Moyà. Garitano, que dio entrada a Zurutuza en el descanso, añadió más madera ofensiva a su equipo con la incorporación de Juanmi a los diez minutos, pero con los cambios no consiguió variar el guión del partido.
Su equipo seguía muy espeso, enredado en medular ante la maraña de jugadores bien colocados que le presentaba el Levante. De las botas de Bardhi surgieron las acciones más peligrosas del cuadro valenciano y el macedonio a punto estuvo de marcar como más le gusta, de libre directo, pero su disparo por debajo de la barrera topó en el cuerpo de Oyarzabal, que se había tumbado en el suelo por detrás de la barrera, en una acción tan curiosa como efectiva.
Un disparo de Bardhi y posteriormente un pase de fantasía del balcánico a Jason pudieron ampliar la ventaja levantinista, en el ecuador del segundo tiempo, pero fue la Real la que encontró el gol tras una gran acción ofensiva en la que Oyarzabal dejó de primeras hacia atrás habilitando a Theo para que marcara el empate.
Sin que apenas hubiera tenido tiempo el Levante de digerir el gol, recibió el segundo tras un pase filtrado el área pequeña de Januzaj que Juanmi desvió lo justo para batir a Oier. En un abrir y cerrar de ojos, la Real le había dado la vuelta a un partido que tenía muy complicado.
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El doble mazazo dejó grogui al Levante que se lanzó con precipitación al ataque, dejando muchos huecos atrás, lo que aprovechó el conjunto vasco para sentenciar el partido en una fulgurante contra que culminó Oyarzabal con el 1-3 definitivo.
