La UD Las Palmas derrotó al Villarreal por 1-0 en un partido que quedó marcado en los primeros minutos con dos acciones, el único gol en la primera jugada de ataque local, y la posterior expulsión del visitante Víctor Ruiz por derribar a Prince Boateng como último defensor.
La expulsión de Victor Ruiz condicionó el partido
Desde ese momento, lo que se presumía un duelo muy atractivo y equilibrado lo fue menos, porque la inferioridad numérica fue un lastre para los visitantes, aunque en la segunda mitad tuvieron sus opciones ante las concesiones ofrecidas por los canarios.
Y todo ello a pesar de que el conjunto castellonense comenzó mejor el encuentro, con llegadas fáciles al área isleña y hasta con relativa comodidad. En varias aproximaciones estuvo rondando la portería de Lizoain, como en un disparo de Jonathan Dos Santos desde la frontal del área, sin oposición, que se marchó alto.
En cambio, Las Palmas marcó en su primera combinación de ataque, tras un centro de Dani Castellano que Prince Boateng cabeceó a la red, ganando la posición entre Víctor Ruiz y Jaume Costa.
No se había repuesto del golpe el conjunto de Fran Escribá cuando la pareja de centrales visitante se encargó de que el partido dejara de serlo; primero, con una pérdida de balón de Musacchio en el centro del campo que permitió a Boateng enfilar en solitario la portería, y el posterior placaje y derribo de Víctor Ruiz que le costó una indiscutible expulsión directa.
Andrés Fernández salvó al equipo de una goleada
Con un futbolista menos -Castillejo fue el sacrificado para que entrara Álvaro a recomponer la zaga-, y más de una hora de juego por delante, el Villarreal trató de alcanzar la orilla del descanso y lo hizo gracias a las paradas de Andrés Fernández a disparos de Mauricio Lemos, Mateo García, Boateng, Roque Mesa y Vicente Gómez.
La Unión Deportiva jugó con fuego, porque no solo se fue al vestuario con su solitario gol, sino que en la segunda parte se acomodó, bajó la intensidad, la presión y, en definitiva, dio vida al Villarreal, que estuvo cerca del empate con un remate de Sansone y una falta de Trigueros, pero en ambas acciones lo evitó Lizoain.
Esas lagunas de concentración de los canarios, habituales en casi todos sus partidos, le hicieron llegar a un apurado final, en el que Bakambu tuvo la ocasión de rescatar un punto para el conjunto castellonense, que pierde casi cuatro meses después de su última derrota como visitante, justo ante del parón liguero.