La Real Sociedad tuvo que sufrir para ganarse los tres puntos ante un Osasuna, que se adelantó en el marcador tras una gran primera parte pero que, fruto de sus dudas, terminó claudicando en el segundo tiempo para que los realistas consoliden su quinta plaza.
El encuentro estuvo condicionado por la meteorología, con frentes de lluvia torrencial durante muchas fases del partido que impedían el juego de combinación y alteraba muchas de las acciones de ataque de ambos equipos.
Osasuna se creció ante las adversas condiciones y suyos fueron los acercamientos más peligrosos en la primera mitad, sobre todo el de Kenan Kodro, exde la Real e hijo de Meho Kodro, que en un mano a mano con Gero Rulli estrelló su remate en las piernas del cancebero argentino.
El conjunto pamplonés, con una estadística muy adversa en sus partidos en San Sebastián donde sólo ganó tres veces en más de treinta años, dominaba y el conjunto local no acertaba a encontrar la salida al laberinto defensivo diseñado por Petar Vasiljevic.
Los roijllos conseguirían ver fructificado uno de sus muchos ataques en el minuto 26, cuando el francés Emmanuel Rivière habilitó de espuela a Kodro que, en una acción similar a la errada minutos antes, definió de maravilla y logró el gol para su equipo.
El equipo navarro mantuvo la cara también en el inicio del segundo tiempo, en el que pareció ser el que iba por detrás en el marcador, los realistas estaban adormecidos y Carlos Clerk tendría otra gran ocasión de gol en un remate que sacó bajo palos Asier Illarramendi cuando la afición rojilla ya festejaba el segundo.
Anoeta daba muestras de impaciencia, se oían ya silbidos desde el graderío ante el encefalograma plano del fútbol de los guipuzcoanos, que pedían a gritos un revulsivo desde el banquillo. David Zurutuza salió al rescate, la Real encontró la brújula y las llegadas de gol comenzaron a producirse previas al gol de Raúl Navas, al rematar éste un saque de esquina con el que materializó el empate.
Ahí se acabó la resistencia de Osasuna que cedió el bastón de mando a los locales y estos aprovecharon para marcar a veinte minutos del final el segundo tanto en una preciosa jugada entre Mikel Oyarzabal y Carlos Vela que el mexicano culminó con éxito ante su exequipo. Juanmi Jiménez, recién entrado en el campo por Vela, haría de tiro cruzado el 3-1.
El partido parecía abocado a un final tranquilo para los blanquiazules pero Osasuna aún tendría tiempo para meterse de nuevo en el mismo con un bello gol de Sergio León y en los minutos postreros Jaime tuvo en sus botas el empate, en un gran disparo que entre Rulli y el larguero desviaron fuera.