Quique Setién comprobó de esta forma lo infructuosos que resultaron los profundos cambios que había introducido en esta semana de rotaciones, su equipo quedó noqueado y los donostiarras dominaron a placer durante todo el encuentro.
Willian José se convirtió en un enigma inexplicable para la defensa amarilla, el brasileño estaba con confianza y pudo marcar otros dos goles antes del primer cuarto de hora.
El equipo insular lo intentó con timidez a medida que transcurría el encuentro, los donostiarras se echaron atrás y cedieron el mando durante unos minutos a su rival, que pudo marcar en sendos disparos desde fuera del área de Roque Mesa y Araujo.
Ahí acabó la reacción de los jugadores de Setién porque en el minuto 22 la Real dejaba ya muy perfilada la victoria con un penalti transformado por el mexicano Carlos Vela, tras evitar con la mano Boateng un remate previo a gol de Willian José.
Roja directa a Boateng
La U.D. Las Palmas pagaría un alto precio por esta jugada ya que además de encajar el segundo gol en contra perdió por roja directa al futbolista ghanés y el partido técnicamente quedó finiquitado.
El camino estaba ya muy allanado y los locales jugaron con cabeza para hacer valer su superioridad numérica para obtener un nuevo rédito goleador antes del descanso, en un remate de cabeza de Zurutuza que aprovechó uno de los muchos centros que hizo la Real desde la banda derecha.
El vendaval de juego blanquiazul no se detuvo tras el descanso, las ocasiones se sucedieron y después de un remate intencionado de Xabi Prieto llegó el cuarto, de penalti materializado por Willian José tras derribar Simón a Oyarzabal.
El partido no daba respiro y en plena celebración de los vascos se produjo la jugada del gol del honor canario, conseguido por Tana de forma brillante. No tendría más historia el partido que el retorno a los campos de Sergio Canales en un partido oficial nueve meses después de su grave lesión de rodilla.