El Getafe asaltó el estadio Ramón Sánchez Pizjuán (0-2) gracias a los goles de Ángel Rodríguez en la primera mitad y a su gran disposición durante todo el choque, lo que le deja en la zona noble de la tabla, todo lo contrario que el Sevilla, perdido, sin recursos arriba y que acumula dos derrotas seguidas.
El Getafe se presentó tras el parón por los partidos de selecciones con cuatro puntos, merced a un triunfo, una derrota y el empate como local de la anterior jornada ante el Valladolid, los mismos números que el Sevilla, que lo último que hizo fue caer derrotado en el derbi disputado en el Benito Villamarín ante el Betis.
El preparador del conjunto madrileño, José Bordalás, contó ante el Sevilla con la baja por lesión del centrocampista uruguayo Mauro Arrambarri, uno de sus hombres fundamentales y por su zona en esta ocasión utilizó al serbio Nemanja Maksimovic y al togolés Dakonan Djené.
El del Sevilla, Pablo Machín, sacó de entrada a tres futbolistas que no fueron titulares ante el Betis, el central francés Joris Gnagnon, el extremo Manuel Agudo 'Nolito' y el lateral Aleix Vidal, este por la izquierda, cambiado de banda.
Quizá el técnico soriano también pensó en repartir minutos en vista al partido del próximo jueves en este mismo escenario ante el Standard de Lieja belga, de la primera jornada de la fase de grupos de la Liga Europa, aunque en cualquier caso los sevillistas se vieron sorprendidos a las primeras de cambio con el tanto del adversario nada mas arrancar el choque.
El equipo visitante quiso atosigar de entrada al rival y el técnico alicantino utilizó en esta ocasión a dos delanteros, Jorge Molina y Ángel Rodríguez, para dificultar la salida de los locales, y fueron ellos los que se fabricaron el gol, con pase del exbético y buena resolución del tinerfeño.
Los hispalenses se mostraron confundidos con el tanto encajado y el Getafe jugó muy práctico e intenso con el marcador a favor, hasta el punto de que Jorge Molina estuvo cerca de marcar el segundo al cuarto de hora.
El problema que tuvo el Getafe fue el que su juego al límite le costó cargarse pronto de tarjetas, hasta cuatro en la primera mitad, pero el Sevilla, pese a que quiso ser protagonista, no encontró lo huecos para desbordar la defensa adversaria.
Todo lo contrario que la escuadra madrileña, que se aprovechó de un error en la zaga local para poner el 0-2 con otro tanto de Ángel ya en las postrimerías de la primera parte.
Tras el descanso, Machín se la jugó de entrada con el ingreso de dos hombres ofensivos, el argentino Franco Vázquez y el francés Wissam Ben Yedder por Nolito y Roque Mesa, y el Sevilla salió a por todas e incluso al galo se le anuló un tanto en el minuto 50 por fuera de juego, tras consulta con el VAR.
El conjunto visitante, pese a ello, no se descontroló y mantuvo el orden y disposición táctica para que pasaran los minutos sin demasiados sobresaltos e incluso para favorecerse de lo adelantado del adversario para hacer mas daño, aunque le valió con el que hizo en la primera para llevarse los tres puntos.
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El Sevilla dispuso de hasta nueve minutos de prolongación para buscar la proeza de al menos el empate, pero eso solo sirvió para acrecentar su desesperación y impotencia.
