El Sporting echó por tierra una de sus últimas oportunidades de engancharse a la lucha por la permanencia al caer en casa ante el deportivo de La Coruña, un rival directo que sacó mayor rendimiento de las ocasiones creadas (0-1). El Deportivo controló el balón, tocó mucho más en el centro del campo mientras el Sporting buscaba más el juego directo con pelotas largas para que Traoré buscase la jugada personal o la asistencia a algún compañero, pero no acertó en ninguna de las dos tareas.
El Sporting se encontró con el primer contratiempo muy pronto, cuando Moi Gómez cayó lesionado en el minuto 4, y aunque aguantó en el campo unos minutos más, tuvo que se sustituido. El hombre natural para hacer ese trabajo, Nacho Cases, no estaba convocado. Con todo, la primera ocasión fue local en una internada de Canella por la banda izquierda que llegó hasta la línea de gol y pasó atrás a Sergio Álvarez, que estaba completamente solo, pero a quien el remate se le fue muy alto.
Los siguientes minutos fueron de control deportivista y contras rojiblancas, pero los locales no eran capaces de crear peligro, entre otras cosas, porque Traoré caía constantemente en fuera de juego. Al borde de la media hora, jugadores y aficionados reclaman unánimemente un agarrón de Navarro sobre Traoré cuando éste se disponía a rematar, pero Mateu Lahoz no señaló nada. En la siguiente jugada, sin embargo, sí que decretó penalti por manos pero Cuéllar frustró las esperanzas de la hinchada gallega al detener el penalti lanzado por Çolak.
En la réplica local, Burgui puso a prueba a Lux con un lanzamiento raso muy pegado al poste derecho de la portería del Deportivo. El equipo que acaba de coger Pepe Mel siguió tocando pero sin crear ocasiones hasta que la encontró en el lanzamiento de un córner que remató de cabeza Mosquera, haciendo inútil la estirada de Cuéllar en un claro error de marcaje de los rojiblancos.
En la segunda mitad, los locales salieron dispuestos a la remontada, pero sin claridad de ideas, buscando un remate afortunado con centros laterales que no llegaba, lo que permitía al Deportivo defender sin muchos aprietos la ventaja conseguida. Los dos entrenadores comenzaron con el rosario de cambios dando entrada Mel a Carles Gil y Joselu, por Çolak y Andone, y Rubi a Carlos Castro, por Víctor Rodríguez, que a su vez había entrado en la primera parte por el lesionado Moi Gómez.
Rubi decidió jugarse el todo por el todo al dar entrada a Duje Cop por el brasileño Douglas con lo que puso sobre el campo a sus tres delanteros, retrasando a Carmona al lateral. Una jugada entre Cop y Carlos Castro dejó a éste solo ante Lux al que trata de driblar, pero cayó ante la salida del portero lo que llevó de nuevo a reclamar penalti. En medio de un ataque desesperado de los gijoneses, Taoré remató prácticamente a bocajarro pero Lux sacó una mano providencial que salvó a su equipo y aumentó el desánimo en la grada.
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La afición deportivista celebró la victoria conscientes de la importancia de los puntos logrados que les da aire y por el contrario deja muy tocado a un rival directo.