Un doblete de Batshuayi pone a Bélgica con pie y medio en la Final Four

En un encuentro teñido por una pátina de niebla, el delantero del Valencia elevó a 12 su cuenta de goles en 22 partidos como internacional y dio la victoria a una Bélgica favorita, que a la ida había derrotado por 0-3 a los nórdicos.

El primer tanto llegó transcurrida una hora de juego, cuando el atacante del Chelsea Eden Hazard centró magistralmente desde la banda para el centrocampista del Mónaco Youri Tielemans, quien sirvió el gol en el área pequeña a Batshuayi en el minuto 63. La segunda diana del ariete del Valencia, cuestionado en Mestalla, llegó en el 81, esta vez en una jugada iniciada por el centrocampista del Borussia Mönchengladbach Thorgan Hazard.

El pequeño de los Hazard dribló por la izquierda y centró para el centrocampista del Brujas Hans Vanaken, cuyo disparo despejó mal el guardameta Hannes Halldórsson del Qarabag azerbaiyano, permitiendo que Batshuayi aprovechara para subir el segundo al marcador. El del Valencia, con hambre, lo había intentado en la primera mitad tres veces, con cierto peligro.

También había probado suerte el atacante del Eden Hazard, que acabó siendo reemplazado por Vanaken en el minuto 75. "Creedme, estoy cansado", había declarado el capitán belga a los medios hace tres días. La única ocasión clara para los islandeses fue un disparo del delantero del Burnley inglés Jóhann Berg Guðmundsson, que en el minuto 77 se plantó solo al contraataque ante la portería del guardameta del Real Madrid Thibaut Courtois, quien desvió con los pies su lanzamiento.

Poco más de sí dio un encuentro con atmósfera de amistoso en el que los "Diablos rojos" del español Roberto Martínez, con un 3-4-3-1 en el campo, dominaron el partido de principio a fin en una noche con una envolvente niebla a las afueras de Bruselas.

Islandia, un país nórdico de 340.000 habitantes escasos que ejerce de "Cenicienta" del grupo, aguantó la primera parte con las filas prietas y solidaridad en defensa, esperando su oportunidad al contraataque o a través de algún potente saque de banda de Aron Gunnarsson, seña de identidad del equipo vikingo.

Pero los futbolistas a las órdenes del sueco Erik Hamrén, organizados en un defensivo 4-4-1-1, resultaron inofensivos para una Bélgica que fue tercera en el reciente Mundial de Rusia, que actualmente encabeza el ránking FIFA de selecciones y que cumplió el objetivo de sumar tres puntos ante su público.

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