La cantante de origen kosovar Dua Lipa dio inicio al espectáculo de la final de la Liga de Campeones ante un público entregado en el Olímpico, que disfrutó de sus canciones minutos antes del inicio del partido y del juego de luces y fuego que acompañó su actuación.
El césped del Olímpico se cubrió con una lona brillante y en el centro del campo, en un escenario, Dua Lipa interpretó sus mejores canciones en un espectáculo de música, color, luces y fuego que asombró a los aficionados y que culminó con el puño en alto, gesto que ha sido entendido en redes sociales como un símbolo feminista.