A Gerard Piqué no le gustó nada el arbitraje de Mateu Lahoz en el Las Palmas-Barcelona.

El central del conjunto azulgrana, que no jugó el partido, esperó al árbitro se marchara del terreno de juego para tratar de hablar con él.

El enfado de Piqué fue palmario, señalando con el dedo a Mateu; de hecho, Carles Naval, delegado culé, le tuvo que sacar del campo.

El Barça empató contra Las Palmas y este fin de semana recibe en el Camp Nou al Atlético de Madrid con una diferencia de cinco puntos.

Y es que Mateu Lahoz fue el protagonista por sus decisiones durante el partido; hasta Valverde lamentó "un penalti invisible".

El Barcelona se quejan de dos acciones: una mano de Chichizola fuera del área en la última jugada de la primera parte y el penalti de Lucas Digne que supuso el tanto del empate definitivo.