Paul Pogba dio a Francia la victoria frente a Holanda en el Amsterdam Arena (0-1) y permitió a los galos encarrillar su camino al Mundial de 2018.
El tanto, que contó con una falta de contundencia del meta holandés Stekelenburg, ha servido al jugador del Manchester United para reivindicarse, ya que durante las últimas semanas el francés ha sido duramente criticado por su rendimiento.
Esta derrota complica el futuro de los holandeses, que reclamaron un penalti por mano de Koscielny que les habría dado el empate.
El triunfo de los de Didier Deschamps en el terreno del que se supone que era su rival más complicado para lograr el primer puesto del grupo A, tres días después de haber ganado a Bulgaria, da a los galos una ventaja decisiva y deja a los holandeses de Dani Blind en una situación delicada, obligados a vencer en territorio francés.
El duelo fue carente de brillo, en parte porque la joven Holanda, tercera del último Mundial, todavía no ha definido su estilo de juego, privado por las lesiones de los jugadores más experimentados. A la baja de Arjen Robben se unió en vísperas del duelo la de Wesley Sneijder, lo que la obligó a afrontar a Francia con un grupo sin mucha experiencia internacional.
Por si fuera poco, el seleccionador holandés tuvo que afrontar las lesiones durante el partido de Propper y Wijnaldum. Una inexperiencia que se dejó ver en el partido, dominado por una Francia, subcampeona de Europa, sin alardes, sin ser un tropel ofensivo pero con el suficiente carácter como para encerrar a los locales en su campo.
Sólido en el centro del campo, el grupo "bleu" se mostró menos eficaz en ataque que en el duelo contra Bulgaria, con su recién constituida pareja Griezmann-Gameiro menos brillante que en Estadio de Francia. El segundo dispuso de dos buenas ocasiones, una a los 13 minutos de disparo lejano y otra, más clara, a los 55 en un mano a mano con el meta holandés que no acertó a marcar.
Griezmann, que partido a partido se convierte en el rostro visible de Francia, estuvo más opaco, situado por Deschamps más lejos del área, más participativo en el juego creativo y menos en la finalización.
Pero los laureles del gol recayeron en un Pogba que probó suerte desde 25 metros con un disparo que cobró un efecto endiablado, suficiente como para confundir a Stekelenburg, que no puso contundencia y, pese a tocar el balón, no evitó que se colara en su portería.
Se estiró Holanda cuando se vio abajo en el marcador, pero no fue capaz de desestabilizar a la defensa francesa, bien plantada en el campo. Solo un error de Payet, que cedió de forma tibia un balón a su portero, permitió a Jenssen disponer de una ocasión.
El atacante del Tottenham hizo varios regates antes de disparar a puerta. El balón chocó en Koscielny y, de rebote, pegó de forma evidente en sus brazos, sin que el árbitro pitara penalti pese a las insistentes protestas holandesas.
Holanda se lanzó a por el empate y dejó más espacios en su zaga que Francia no supo aprovechar. Pogba pudo marcar el segundo en un remate de cabeza tras el saque de un córner en el minuto 66 y Griezmann no estuvo habilidoso en un contragolpe en el que podía haberse quedado solo ante el portero.
A los "orange" se les acabó el combustible y Francia prefirió mantener el resultado, por lo que solo en una jugada aislada pudo llegar el empate. Fue un balón suelto en el área en el minuto 89 que llegó a los pies de Depay, que disparó a bocajarro y obligó a Lloris a efectuar su única intervención del encuentro.