Iaquinta fue declarado culpable de un delito de posesión ilegal de armas de fuego, pero el juez no encontró vinculaciones con la 'Ndrangheta', la red de delincuencia organizada más poderosa de Italia, que se encuentra en la región sur de Calabria.
Quien sí salió con una dura sentencia fue el padre del ex futbolista, condenado a 19 años por lazos mafiosos. "Han arruinado mi vida por nada solo porque vengo de Calabria", gritó Iaquinta mientras salía del edificio de la corte en la ciudad norteña de Reggio Emilia.
"No hemos hecho nada y no tenemos nada que ver con la 'Ndrangheta'. Estoy sufriendo como un perro ... por nada", añadió. Los acusados tendrán ahora dos apelaciones posibles, antes de que la sentencia sea confirmada, aunque es poco probable que Iaquinta tenga que cumplir una pena de presión por su delito.
El tribunal dictaminó que había entregado ilegalmente dos revólveres a su padre, quien en ese momento estaba sujeto a restricciones judiciales y no se le permitía tener acceso a armas de fuego. Iaquinta jugó cinco años en la Juventus y formó parte de la Italia campeona del mundo en 2006.