El presidente de la LaLiga, Javier Tebas, se negó a identificar al ex futbolista del Zaragoza que le habría asegurado que el club aragonés había comprado a los jugadores del Levante para asegurarse la victoria en el partido jugado en mayo de 2011 y afirmó que fue el futbolista quien le encargó que denunciara.
Tebas declaró como testigo en el juicio por el supuesto amaño de este encuentro y explicó que además de que protegiera su identidad, el futbolista le pidió no revelar otros datos que le transmitió.
El actual presidente de LaLiga, que era vicepresidente cuando se produjo esa conversación a finales de noviembre o en diciembre de 2011, señaló que considera a esa persona su cliente, aunque admitió que no le firmó una hoja de servicios, ni le ha cobrado por presentar la denuncia.
También explicó que no ha vuelto a hablar con el ex jugador del tema, pero que éste tampoco le ha revocado esa orden. "Acudía a otra consulta a mi despacho y cuando le vi salir, hablamos y surgió este tema. Me dijo 'Mira Javier, sé de esto y estoy cansado de esto, tengo mucha presión'. Le dije que era un tema complicado, que está penalizado y que debía denunciar", explicó.
"Me dijo que si lo hacía no volvería a jugar al fútbol, que le señalarían como chivato. Me dijo expresamente: 'Pon tu la denuncia, pero no desveles los datos que me puedan identificar'. Fue lo que hice. Fue él quien me dice que ponga la denuncia y que guarde su nombre y algún otro dato", añadió.
Tebas dijo que en entre las causas para no poner personalmente la denuncia que le dio el ex futbolista estaba la de que "no podría volver a jugar y le quedaban muchísimos años".
El dirigente dijo que pudo ser miembro de la plantilla maña "en la temporada 2010-11, en la 2011-12 o en alguna más", pero apuntó que no iba a revelar si estaba en el proceso como acusado y se negó a responder a su identidad al acogerse al secreto profesional.
Tebas señaló que habló a ese ex futbolista del "código deontológico antes de obtener la información" y que le advirtió "de todas la posibilidades si presentaba la denuncia, que podía acabar como acusado, cómplice, encubridor o en nada".
"Cumplí con la petición de mi cliente", señaló Tebas, quien dijo que no cree que incumpliera sus deberes como abogado porque lo que le pidió es que denunciara. "Entre los dos decidimos qué información se daba y qué información no se daba", afirmó Tebas, que se negó a contestar el criterio con el que lo hicieron.
Durante el transcurso de la comparecencia de Tebas se consignó la protesta de un abogado de la defensa que entendió que el hecho de no identificar al denunciante "sería abrir la puerta a denuncias anónimas".
Otra de las defensas dijo que Tebas estaba inhabilitado como testigo por existir "serias dudas sobre su imparcialidad" y porque las dispensas del secreto profesional están reservadas a los abogados de los procesados o a aquellos que tienen "calidad de defensor".