El auto por el que la juez de Instrucción número 1 de Aranda de Duero envió a prisión a tres jugadores de la Arandina acusados de agresión sexual indica que la menor ratificó su denuncia sin caer en contradicciones y que los futbolistas negaron cualquier tipo de abuso.
En el auto, al que ha tenido acceso la cadena Ser, se recoge que los hechos ocurrieron el pasado 24 de noviembre, según el testimonio de la chica de 15 años que, según la juez, ratificó su denuncia de manera "coherente, sin ambigüedades ni contradicciones".
La joven explicó que conoció a uno de los jugadores por las redes sociales y que entabló cierta amistad con él y que por eso ese día acudió a su domicilio, que comparte con los otros dos futbolistas de la Arandina.
Según el relato de la menor que aparece en el auto, si bien al principio se encontraba sola en el domicilio con su acompañante, posteriormente se presentaron los otros dos acusados.
En ese momento y, según su denuncia, los chicos la desnudaron y la agarraron de las manos y de la nuca para que mantuviera relaciones con ellos, algo que la joven trató de impedir y que le provocó miedo y un bloqueo.
Según el auto difundido por la Ser, la joven sostiene que finalmente uno de ellos la penetró.
Por su parte, los tres jugadores reconocieron en su declaración que estuvieron con la menor en su casa, pero negaron la versión de los hechos ofrecida por ella.
La juez argumenta la orden de ingreso en prisión de los jugadores en la existencia de riesgo de fuga, de obstrucción a la instrucción y la necesidad de proteger a la víctima, que es menor de edad.
Por otra parte, la defensa de los tres acusados ha precisado que va a presentar un recurso contra este auto de prisión, para el que tiene cinco días de plazo.
Sobre la existencia de un vídeo en el que podría haberse grabado la agresión sexual, fuentes de la investigación han indicado que no está incorporado a las diligencias, aunque los agentes encargados tienen varias referencias sobre su existencia.
De hecho, estas mismas fuentes han añadido que se está realizando un peritaje informático de los teléfonos móviles de los implicados para tratar de dilucidar si existe o no ese vídeo o si fue borrado.
Lo que sí está incluido en la causa son unos audios y transcripciones que aportan información sobre lo ocurrido, según las mismas fuentes.