El estadio de Vallecas registró su segundo lleno de la temporada frente al Girona para un partido en el que el equipo madrileño se jugaba buena parte de las opciones de permanencia en la categoría. Para este choque tan decisivo Míchel cambió su esquema, pasó de tres centrales a dos y a una defensa de cuatro efectivos.
En ella estuvo el peruano Luis Advíncula, que regresó al lateral derecho tras dos partidos de suplente. El Rayo dio sensación de salir mejor al césped, pero esa imagen tardó poco en reflejarse porque el Girona, sin complejos, asumió el mando del partido y se dedicó a meter mucha intensidad a su juego y a buscar el balón para controlar la posesión.
A los dieciséis minutos de partido el conjunto catalán tuvo dos ocasiones clarísimas para abrir el marcador. La primera con un pase atrás desde la banda derecha para Portu, cuyo remate se fue alto desde la frontal.
La segunda tras un mal saque de puerta de Dimitrievski que tocó en Stuani y le quedó a Granell, que desde lejísimos lanzó un disparo que se estrelló en el travesaño. Minutos después, en el 30, el Girona encontró premio. Un córner botado desde la derecha fue mal defendido por el Rayo y Stuani aprovechó un rechace al filo del área pequeña para fusilar a Dimitrievski.
Antes del descanso el conjunto gerundense pudo ampliar su diferencia. El Rayo perdió un balón en el centro del campo, Pere Pons enfiló la carrera y lanzó un disparo que tocó en Abdoulaye y volvió a estrellarse en el palo derecho de la portería de Dimitrievski. El equipo madrileño, mal en los controles, errático en su juego y nulo en ataque, solo disparó a puerta una vez en la primera parte.
Fue en el minuto 44 con una falta directa de Raúl de Tomás que paró Gorka Iraizoz. Tras la reanudación Míchel movió su banquillo y dio entrada al extremo congoleño Gael Kakuta, que no jugaba desde el 27 de octubre de 2018, precisamente contra el Girona. Entre medias, una desconexión física y mental por sus intentos de salir del club en el mercado de invierno.
La entrada de Kakuta por Trejo mejoró notablemente el juego del Rayo, que encadenó dos ocasiones muy claras de gol con un disparo de Mario Suárez que despejó Gorka y un remate cruzado de Raúl de Tomás que se marchó rozando el palo derecho. Cuando mejor estaba jugando el Rayo, el equipo madrileño se quedó con diez por la expulsión de Abdoulaye Ba tras derribar a Stuani siendo el último jugador.
Sin embargo, esa circunstancia no influyó en su juego, puesto que desde entonces comenzó un asedio continuo sobre la portería de Gorka. El Girona, bien replegado atrás, se limitó a esperar los fallos por la impaciencia de los jugadores locales para salir a la contra y agotarles físicamente con la velocidad de Stuani y Portu.
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En una de esas jugadas de ataque del Girona, a falta de cinco minutos para el final, el uruguayo Stuani volvió a demostrar su acierto rematador con un cabezazo picado en el segundo palo tras un centro desde la derecha. Con esta victoria el Girona suma 31 puntos y se sitúa en mitad de tabla a ocho del Rayo, que con 23 se mantiene en descenso.