El Barcelona tuvo que esperar a una última acción aislada en el lanzamiento de falta de Dembele, peinada por el francés Clement Lenglet, para sacar adelante su primer paso hacia un título conquistado en sus cuatro últimas ediciones frente al Cultural, que dispuso de las mejores ocasiones.
Después de la efervescencia de lo vivido días antes ante el eterno rival, la versión B que puso en liza el Barcelona dejó más sombras que luces, con jugadores que sin duda desperdiciaron una buena ocasión para reivindicarse, como el caso del fichaje más caro de esta temporada, Malcom.
La Cultural, que salió con su equipo más titular disponible, sin rotar lo más mínimo, tuvo clara la idea desde el principio, esperar con las líneas bien colocadas y sin permitirse el más mínimo despiste.
Por eso no extrañó que las primeras llegadas peligrosas fueran sobre la portería de Cillesen al que primero advirtió Zelu con un remate desviado, que fue mucho más envenenado instantes después en el minuto 11, al aprovechar un error infantil de Semedo para rematar pegado al palo y sacar una mano providencial el guardameta holandés.
Víctor Cea había advertido de que su equipo saldría, no solo a disfrutar, sino también a competir de lo que dio muestras con un gran intensidad en sus acciones, en algún caso excesivamente agresiva, pero que le permitía ganar casi todos los duelos a sus rivales.
Zelu, jugador cedido por el Córdoba, fue un constante quebradero de cabeza para la defensa azulgrana y, de no haberse resbalado en el minuto 25, podría haber dado un susto, bien con una acción individual o buscando la asistencia. Hasta el descanso el conjunto de Ernesto Valverde, con Aleñá ocupando el lugar del lesionado Samper, siguió buscando las combinaciones pero sin la precisión necesaria ante un ordenado rival, solidario en su planteamiento y dejando sin intervenir en toda la primera parte al guardameta Jorge Palatsí.
Los azulgrana quisieron poner un punto más de verticalidad, pero incurriendo en el mismo juego previsible que permitía además los robos de una Cultural atrevida en su esquema a la hora de buscar la velocidad de sus puntas Zelu y Ortiz.
En un escenario invariable y sin sobresaltos, Valverde optó por colocar a uno de sus titulares en el "Clásico", Lenglet relevando al canterano Cuenca, guardándose tan solo un cambio.
Tuvieron que transcurrir 70 minutos para que Aleñá pusiera por primera vez a prueba a Palatsí en un disparo potente pero excesivamente centrado. Pero solo fue un oasis en el desierto ofensivo catalán que de inmediato pudo verse por detrás en el marcador, primero con un lanzamiento directo de esquina por parte de Hugo Rodríguez que se estrelló en el primer palo y, en el rechazo, Saúl enganchó un remate al borde del área que sacó con una mano prodigiosa Cillesen.
Esta doble ocasión propició la ola en un "Reino de León" que no podía creerse el derroche físico y de juego de su equipo que, pese a ser un aspirante al ascenso, todavía está encontrando dificultades para entrar en plazas de "play off". En el tramo final Munir dispuso de un buen disparo tras dejada de cabeza de Aleñá pero que mandó al limbo ya con una Cultural intentando guardar el botín del empate, que perdió en una acción aislada, que acabó desesperando a los locales que acabaron con la expulsión, por doble amonestación, de Sergio Marcos.