El Villarreal logró sumar un punto en la visita del Athletic Club a La Cerámica en un duelo en el que el conjunto vizcaíno se relajó en exceso cuando llevaba ventaja en el marcador y permitió a un Villarreal, nervioso e impreciso, empatar.
El equipo de Luis García Plaza afrontó el choque, según había anunciado, como la primera final de las que debe afrontar para salir de la zona de descenso de la clasificación pero en muy pocas fases del partido mostró la actitud y el juego necesarios para lograr sus objetivo.
Además, los locales vieron como en la primera parte recibía un gol en propia puerta tras marcar el defensa Jaume Costa tras un centro desde la banda del Athletic. El Villarreal saló presionando a su rival para tratar de impedir que el Athletic saliera con comodidad de su campo, si bien no lograba inquietar la meta defendida por Herrerín.
En cambio, el equipo de Gaizka Garitano puso pronto en apuros a Asenjo con un balón de Ibai al palo después de un fallo de Funes Mori y un buen control del jugador del conjunto vasco, que ante la salida de Asenjo levantó el balón que se acabó estrellando en el poste.
Sin un dueño claro del balón, ambos equipos trataban de buscar la portería contraria sin éxito hasta que un cabalgada de Yuri por la banda acabó con un centro raso al área del Villarreal y en su intento de despejar Jaume Costa marcaba en propia puerta a los 19 minutos de partido.
El gol suponía un nuevo golpe a la ya de por sí maltrecha moral de un Villarreal en zona de descenso que ahora debía arriesgar aún más ante un Athletic que buscaba la velocidad de Williams para aumentar su ventaja aunque ninguna de las dos porterías registraba acciones de serio peligro.
Aunque el Villarreal lo intentaba, por medio de Cazorla principalmente, el ataque local se encontraba con un Athletic comprometido en labores defensivas que impedía cualquier reacción de los de Luis García Plaza. En la recta final del primer tiempo los nervios por la situación que atraviesa volvieron a atenazar al Villarreal, que fue incapaz de inquietar los dominios de Herrerín.
El Villarreal salió a mandar en el inicio de la segunda parte, y aunque la mayor parte del juego se desarrollaba en la parcela visitante los nervios y la precipitación presidía sus acciones y apenas se traducía en peligro para la meta vizcaína.
Sin embargo, cuando el partido estaba más calmado y sin acciones de riesgo el Villarreal lograba empatar el partido, en una acción en la que un balón raso de Pedraza desde el lateral izquierdo del área fue tocado por Ekambi, que se había lanzado al suelo para llegar a la pelota, que se introdujo en la meta visitante.
El gol activó a ambos equipos y la grada tras un periodo anterior de letargo en el que el Athletic se encontraba cómodo ante la falta de efectividad y mordiente del Villarreal pese a su necesitada situación. En los compases finales era el conjunto vasco el que más merodeó el área rival, con una acción polémica incluida a falta de cinco minutos para el final, con un tanto anulado al Athletic que requirió del VAR para verificar la decisión.
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Antes la tuvo Muniain de cabeza pero despejó Funes Mori. En el tiempo añadido -que se prolongó hasta siete minutos- fue el Villarreal el que se volcó sobre el área rival pero sin que sus esfuerzos finales sirvieran para cambiar ya el 1-1 con el que finalizó el choque.
