El Bayern de Múnich certificó esta noche el pase a octavos de la Liga de Campeones un doblete del polaco Robert Lewandowski con el que el equipo bávaro remontó ante el PSV Eindhoven holandés (1-2), que se había adelantado al inicio de la primera parte con un tanto en fuera de juego del colombiano Santiago Arias.

Los germanos, con nueve puntos en cuatro jornadas, son segundos en el Grupo D, por detrás del Atlético de Madrid, con doce, al que intentará arrebatarle aún la primera plaza. Con la derrota en casa, el PSV perdió las opciones matemáticas de meterse entre los dieciséis mejores equipos de Europa, al igual que el Rostov, que cayó por 2-1 en el Vicente Calderón.

Los alemanes, sin los lesionados Javi Martínez y Franck Ribery, alardearon de precisión técnica desde el inicio, y en el minuto 4 Robert Lewandowski aprovechó un balón bombeado para inventarse una vaselina de cabeza que se estrelló en el travesaño.

Pero fue el PSV el que diez minutos después se adelantó con un cabezazo de Santiago Arias. El colombiano aprovechó el rechace a un primer remate de Propper e inauguró el marcador, en clara posición de fuera de juego que el árbitro no señaló. Con más entusiasmo que argumentos, el PSV, tercero en la liga holandesa a los mandos de Philippe Cocu, aguantó un rato el resultado ante la maquinaria germana de Carlo Ancelotti.

Pero la escuadra alemana perseveró hasta forzar un penalti por mano -protestada- del mexicano Andrés Guardado al cortar un centro por la derecha del lateral Philipp Lahm. Lewandowski no perdonó y batió a Remko Pasveer por la izquierda. El empate encendió el partido, con los de Eindhoven buscando a la contra el gol que les diera la supervivencia y los alemanes peleando por el liderato de grupo por sexto año consecutivo.

El PSV aguanta a un Bayern dominador

Y el PSV aguantó el tipo hasta el descanso. Pero eso fue todo. El Bayern, claro dominador de la primera parte con un 63% de posesión y seis tiros a puerta por dos de los holandeses, metió una marcha más al inicio de la segunda. Los de Cocu se conformaban con buscar el contraataque, cada vez con menos alegría.

Joshua Kimmich a punto estuvo de adelantar a los germanos, que aspiran a sumar esta temporada su sexto título en la máxima competición continental, pero el goleador alemán no logró aprovechar un certero balón que colgó desde la banda el chileno Arturo Vidal.

No llega el gol para el Bayern

El gol para los muniqueses, que también tuvieron en sus botas Thomas Müller y el propio Vidal, no llegaba. Y Ancelotti movió el banquillo en el minuto 64. El técnico italiano quitó a Kimmich, para dar entrada a Coman, e introdujo también al brasileño Douglas Costa en detrimento de Arjen Robben, que se medía por primera vez contra el equipo al que llegó con 18 años y en el que creció como futbolista entre 2002 y 2004, antes de fichar por el Chealsea, Real Madrid y Bayern de Múnich.

Y nueve minutos después llegó la jugada del partido, cuando Costa sirvió un pase a ciegas a David Alaba que tocó magistralmente para que Lewandowski hiciera el segundo, esta vez en su versión más artística. El gol de la remontada en el minuto 73 petrificó a los holandeses, que nada pudieron hacer hasta el pitido final para evitar una derrota que les deja fuera de la Liga de Campeones, competición que ganaron en 1988. El Bayern de Múnich, que en su visita al Vicente Calderón el pasado septiembre perdió 1-0, se medirá contra el Atlético de Madrid en el Allianz Arena el próximo 6 de diciembre. En juego, el liderato del Grupo D.