La UD Las Palmas sacó un empate valioso para sus intereses en Anoeta, en un partido dominado por la Real Sociedad y decidido en el resultado final con un gran gol de Jonathan Viera, para conseguir un empate que pudo convertirse, incluso, en derrota donostiarra en el tramo final.
Los locales empezaron con mucha mordiente el encuentro porque un gol tempranero habría puesto de los nervios a un equipo isleño que tiene a Pako Ayestarán contra las cuerdas, pero los delanteros blanquiazules no tuvieron fortuna en los últimos metros. Las Palmas comenzó a creérselo según avanzaba el choque, comenzó a llegar con peligro a la portería de Rulli y, tras un aviso de Remy, marcó en el minuto 20 un gol que le daba ventaja, obra de Tana, de cabeza, aprovechando el desbarajuste defensivo de los vascos que subían, pero no bajaban a proteger su zona.
La Real había perdonado y se encontraba en el peor escenario posible, con un equipo canario crecido y Anoeta sembrada de dudas porque este tipo de encuentros los ha vivido varias veces esta temporada. Willian José acudió al rescate, como en los dos partidos de Liga anteriores, y diez minutos después marcó un gol de bandera a su exequipo con un chut que se coló como una bola de cañón por la meta de Lizoain para convertir así el brasileño su sexto gol en Liga.
El delantero realista, en la segunda mitad, volvió a tener la opción de gol en el minuto 50, pero en esta ocasión su remate desde el área no encontró su objetivo por muy poco. Willian siguió muy activo e instantes después, con Las Palmas en los niveles mas altos de sufrimiento, se encontró un balón entregado por error por Lizoain, combinó con Prieto y éste con Oyarzabal que, por centímetros, no elevó a gol una gran culminación con su zurda.
El vendaval de juego y ocasiones local dejó tocados a los de Pako Ayestarán, que se refugiaron en defensa prestos a sufrir para aguantar el empate hasta que llegó el segundo de la Real, otra gran obra coral que culminó el belga Januzaj batiendo por bajo a Lizoain.
Las cosas se habían puesto muy negras para los canarios, pero Gero Rulli abrió un espacio para la esperanza visitante con un despeje erróneo en el semicírculo del área grande, el balón llegó a Jonathan Viera y éste, desde unos 30 metros, colgó una vaselina que se alojó en la red realista para hacer el empate e insuflar un poco de aire a su entrenador.
Remy, que había estado muy activo todo el encuentro disfrutaría de dos claras ocasiones para haber dado el triunfo a los suyos, sin embargo el poste y Rulli lo evitaron.