El francés Ousmane Dembélé, fichado por el Barcelona por 105 millones de euros más variables, es un futbolista "determinado" que llegó a presionar a su antiguo club Rennes en el verano de 2015 diciendo que dejaba el fútbol.
"En el fin del mercado de transferencias, envió un mensaje (...) diciendo que estaba cansado de la situación y que quería dejar el fútbol, por lo que se marchaba a Senegal con su abuela. Me mandó incluso una foto con la tarjeta de embarque. Fue demasiado lejos en su determinación", contó al programa SFR Sport 1 Mickaël Silvestre, exresponsable del reclutamiento de jugadores para el Rennes.
En julio de 2015, Dembélé, entonces con 18 años, se declaró en rebeldía por su descontento con el club bretón, que tardaba en ofrecerle un contrato profesional, y llegó a boicotear los entrenamientos del Rennes y una concentración de pretemporada en Alemania. "Fue una auténtica guerra fría entre el entorno de Ousmane y el club, estábamos en una situación completamente bloqueada. Hubo que emplear mucha diplomacia" para convencerle a que se quedara, relató Silvestre.
Para forzar su transferencia al Barcelona, Dembélé se había declarado también en rebeldía en su club hasta esta semana, el Borussia Dortmund, con el que no entrenaba desde hacía dos semanas.