El ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, afirmó este viernes que "cerrar los estadios y prohibir la asistencia de los aficionados a los partidos de fuera de casa es la respuesta equivocada" a la violencia.
Salvini realizó estas declaraciones después de que un aficionado muriese atropellado durante el ataque de los aficionados del Inter a una furgoneta donde viajaban los hinchas del Nápoles, antes del encuentro del pasado domingo en el estadio Giuseppe Meazza de Milán (norte).
Tras los altercados, el jefe de Policía de Milán, Marcello Cardona, adelantó que se pedirá el cierre del fondo del estadio donde se sitúan los ultras en las próximas cinco jornadas, así como la prohibición a los aficionados del Inter de asistir al resto de partidos fuera de casa.
Además, el Inter ha sido castigado a jugar dos partidos a puerta cerrada y otro más sin los aficionados del fondo donde se sitúan los ultras, tras los insultos racistas que los seguidores del club dedicaron al defensor Kalidou Koulibaly. Según Salvini, cerrar los estadios "condena a los aficionados de verdad, que hay que distinguir de los delincuentes".
El ministro también indicó que habrá partidos que no se jugarán de noche y que los de "alto riesgo" tendrán que jugarse "a luz del sol y con helicópteros que controlen a los delincuentes".
Salvini anunció el jueves que convocará a los dirigentes de los clubes de fútbol de la serie A y B y a los responsables de los grupos ultras.
Su padre, indignado
Obligan a un niño de cinco años a quitarse la camiseta del Espanyol para poder entrar en el campo del Girona
"El bebé se ha tenido que quitar la camiseta del Espanyol porque dicen que con ella no puede entrar. Terriblemente peligroso. Pueden morir todos. Un niño de cinco años", se escucha decir a su padre.