"Algunos de los trabajadores necesitan descansar, mientras otros se encargarán de preparar la siguiente jornada", indicó a los medios Narongsak Ossottanakorn, portavoz de los efectivos de rescate, que agradeció el esfuerzo de las más de 100 personas que participan en el operativo de salvamento de los menores y su monitor.
Cuatro niños fueron rescatados hoy y otros tantos ayer, y los ocho están ingresados con buenas condiciones de salud en el hospital de Chiang Mai, según dijo Narongsak. La misión discurrió "más rápido de lo esperado" y fue completada en unas nueve horas, en las que los expertos recorrieron el camino de ida hasta la gruta donde se encuentra el grupo y regresaron con cuatro de los niños.
Al igual que ayer, los chicos salieron de manera escalonada; el primer abandonó la gruta cerca de las 16.45 hora local (09.45 GMT) y el último salió sobre las 19.00 hora local (12.00 GMT). Las autoridades estudian las previsiones meteorológicas de cara al siguiente intento de rescate de los cuatro escolares y su entrenador que todavía se encuentran aprisionados a cuatro kilómetros de profundidad dentro del complejo subterráneo.
De continuar con este ritmo, las autoridades estiman que podrían completar el rescate entre el martes y el miércoles. "Este incidente debe servir de ejemplo a los niños sobre la importancia de la seguridad", señaló el portavoz tailandés.
La llegada el sábado pasado de un temporal de lluvias a la región y que permanecerá durante gran parte de la semana marcó el inicio de la operación de rescate. Las precipitaciones son una de las principales preocupaciones de las autoridades, debido a que el agua filtrada por el monte puede volver a inundar las galerías y anular el drenaje efectuado desde que fueron hallados con vida los 12 escolares, de entre 11 y 16 años, y su tutor, de 26.
Narongsak insistió en alertar del problema que suponen las lluvias, pero dijo que un equipo de militares se encuentra en el monte con la tarea de bloquear la entrada de agua hacia los túneles subterráneos. Los trece atrapados se internaron en las galerías el sábado 23 de junio tras un entrenamiento de fútbol cuando una súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad y les cortó la salida. Fueron encontrados tras nueve días de intensa búsqueda en la que participaron más de 1.300 personas.