"Supongo que hay muchas explicaciones, pero en caliente prefiero no hacerlas. Ya habrá tiempo hacer una profunda reflexión. Lo hablaremos internamente en la directiva. El año pasado tuvimos una gran decepción y este año ha vuelto a pasar". Las palabras de Bartomeu tras la catástrofe del Barça en Anfield sonaron a ultimátum.

Todos recordamos el 4-1 que cosechó el Barça contra la Roma en cuartos de Champions la temporada pasada. Tras caer 3-0 en el Olímpico hace apenas un año, ahora la pesadilla se ha vuelto a repetir... y esta vez no hay excusas. Los jugadores del Barça no pueden decir que les haya pillado por sorpresa: en cada rueda de prensa, Valverde fue preguntado por la caída de Roma.

Sin embargo, un año después ha vuelto a ocurrir exactamente lo mismo. Si Messi fue el gran aclamado con el 3-0 ante el Liverpool en la ida del Camp Nou, Valverde está pagando los platos rotos tras el 4-0 de la vuelta. ¿Acaso no fue capaz el entrenador de revertir la situación tras lo que pasó el año pasado? ¿Es él el principal culpable?

Está claro que el entrenador suele personificar mejor que nadie este tipo de derrotas: es el blanco más fácil y, casi siempre, el gran damnificado. Pero eso no quiero decir que Valverde esté exento de responsabilidades. Todo el mundo coincidió, por ejemplo, en que el 3-0 de la idea fue un resultado engañoso ya que el planteamiento de Klopp se impuso en el Camp Nou. La respuesta del técnico culé fue sacar el mismo once en Anfield que en el partido de ida.

Arthur entró tarde

También se pone en tela de juicio la 'meritocracia' de Valverde: ¿debería ser Coutinho, por ejemplo, titular indiscubible? Dembelé no estaba disponible y quizá Malcom apenas da la talla en un gran club como el culé, pero tal vez Arthur podría haber apuntalado el mediocampo cuando el Barça se veía desbordado por los 'reds'.

Por otra parte, los revulsivos en Anfield fueron Semedo, Arthur y Malcom: los cambios más previsibles a lo largo de la temporada y que apenas pudieron aportar al equipo. Arturo Vidal, que estaba siendo el mejor del partido y era el único centrocampista sin amarilla, fue sacrificado en el minuto 74.

Su sustituto fue Arthur, tal vez el jugador más fiable a la hora de tener la pelota este año... y apenas tuvo un cuarto de hora sobre el césped cuando uno de los problemas principales para el Barça, tanto en el Camp Nou como en Anfield, fue la presión del Liverpool: el Barça perdía la pelota y los 'reds' se anticipaban en cada balón. Ante eso, qué mejor medicina que conducir y calmar el partido.

En definitiva, y más allá de los errores puntuales de Jordi Alba o el discreto partido de muchos jugadores, se podría reprochar a Valverde su bloqueo a la hora de buscar soluciones... y no es la primera vez. "Este año ha vuelto a pasar", dijo Bartomeu. El técnico renovó hace apenas unos meses... ¿serán suficientes dos dobletes para tapar estos dos batacazos en Champions?

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