Los alrededores del Ámsterdam Arena se han convertido en una verdadera batalla campal. La Policía holandesa se ha tenido que emplear a fondo: cargas con caballería, lanzamientos de gases lacrimógenos e incluso cañones de agua para intentar dispersar a los tifosi italianos. El propio ministro del interior, Matteo Salvini, ha confirmado que ha habido 120 ultras de la Juventus detenidos hasta el momento.
La actuación policial comenzó en la parada de metro del Johan Cruyff Arena, donde un grupo de 46 aficionados fue identificado como potenciales alborotadores, en trabajo conjunto con las fuerzas policiales italianas. Un segundo grupo de 61 fue retenido y con nuevas detenciones cerca del estadio.
La Policía encontró en los registros bengalas, palos, gas pimienta, destornilladores, un cuchillo y hasta un martillo. Además, se usaron cañones de agua contra aficionados locales ante el gran número de bengalas y fuegos artificiales en los aledaños del estadio, algo que anunciaron los días antes que estaría prohibido.
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