Arsene Wenger se ha disculpado por empujar al cuarto árbitro durante la victoria del Arsenal sobre el Burnley (2-1) y ha asegurado que se "arrepiente de todo". Wenger empujó al cuarto colegiado, Anthony Taylor, después de que el árbitro principal, John Moss, pitara, en el tiempo de descuento de la segunda mitad (m.90+3), un penalti a favor del Burnley, lo que le valió la expulsión.
"Me debería haber callado, y pido perdón por no haberlo hecho. No fue con mala intención. Debería haber mantenido el control, incluso si todo esto ocurrió en un momento muy loco", dijo Wenger tras el encuentro. "No fue nada malo. Dije algo que se suele decir a diario en el fútbol. Nueve de cada diez veces no te expulsan por decir eso. La verdad es que estuve calmado durante todo el encuentro, más de que de costumbre, pero debería haberme callado en ese momento", reconoció el técnico francés.
En 2012, el entonces entrenador del Newcastle, Alan Pardew, fue sancionado con 20.000 libras (23.100 euros) de multa y dos partidos de suspensión por empujar al árbitro asistente Peter Kirkup durante un duelo ante el Tottenham.
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En conjunto blanco se escudó en los argumentos que expuso el portugués en 2018 pidiendo "flexibilidad" en el gremio arbitral y poniendo de ejemplo a los árbitros ingleses, que según él ignoran los 'fu*k off'.