Carolina Marín volvió a escribir una página dorada en la historia del bádminton español y mundial. Ante la india Pusarla, la jugadora onubense sumó su tercer título como campeona del mundo y se convirtió en la única jugadora de la historia en lograr tres campeonatos del mundo.
¿Es ya la mejor jugadora de la historia de este deporte? Esa es la pregunta que se hacen ya aficionados, expertos y jugadores de un deporte que históricamente ha sido dominado por jugadores asiáticos. Pero Carolina Marín está reescribiendo la historia del bádminton a golpe de victorias y triunfos. El último un nuevo título mundial, el tercero de su carrera.
Ante la india Pusarla, Carolina Marín ofreció una exhibición de técnica, concentración y ese carácter indomable que le han llevado a lo más alto de este deporte. El primer set fue dominado por la jugadora india desde el inicio, pero la onubense tiró de carácter para darle la vuelta en la recta final y colocar la primera piedra de un nuevo hito para el bádminton español.
Con el primer set en el bolsillo, Carolina explotó y Pusarla se vino abajo ante su bestia negra. Golpes de todos los colores y una concentración de principio a fin llevaron a Carolina Marín a lo más alto de la historia del bádminton.
Carolina se lleva otra batalla ante Sindhu Pusarla
La jugadora de Huelva inició este duelo contra Sindhu más acertada que en las semifinales, tomando ventajas en el primer set (2-0 y 3-1) tras varios puntos de largo peloteo. La paciencia era otra arma con la que enfrentarse a una rival situada en el número 3 del ranking internacional y que ya había salido subcampeona del Mundial 2017.
Pero la india, a un gran nivel durante todo este certamen, reaccionó rápido y remontó hasta igualar el marcador (3-3) e incluso ponerse 5-8 arriba. Para evitar más flaquezas, Marín metió un profundísimo golpe de revés a la esquina izquierda de su ataque; el volante rozó la línea y estableció el 6-8, rompiendo con la mala dinámica gracias al 7-8 inmediatamente posterior. Sindhu volvió a distanciarse, llegando al minidescanso con 8-11 a su favor.
El set siguió por la misma línea en la reanudación, merced a un parcial de 1-3 firmado por la asiática (9-14). Aunque ahí Marín mantuvo la concentración, no entró al 'trapo' de la guerra psicológica planteada por su rival y luego recuperó la delantera en el resultado (16-15 y 17-16).
En ese intercambio de raquetazos cruzados y miradas desafiantes entre parones innecesarios, la andaluza tuvo más tino y se puso con un 'set point' favorable (20-18).
Ese lo desaprovechó, después de que la india enviara a la línea de fondo un 'smash'; no obstante, de inmediato certificó el 21-19 y se anotó así la primera manga en 25 minutos.
Un ciclón llamado Carolina barre a la india
La onubense comenzó inspiradísima el segundo set, con una defensa cercana a la perfección y haciendo un parcial de 5-0 que ya fue un duro obstáculo para Sindhu.
Los golpes cruzados hicieron daño a la asiática, que se había perdido en innecesarias batallas extradeportivas; de hecho, y con 8-2 a favor de Marín, el árbitro avisó a ambas jugadoras de que se centraran en el mero peloteo y no en otras tácticas de desconcentración.
Sindhu fue incapaz de afrontar la segunda manga con esa determinación que mostrada a lo largo del campeonato, pues había alcanzado la final sin ceder un solo set.
La española se soltó y disfrutó sobre la pista, llegando al minidescanso con una amplia renta (11-2) que administró con maestría hasta adjudicarse el triunfo por 21-10 y celebrar su tercera corona mundialista con una brillante sonrisa entre abrazos de sus entrenadores.