El mundo de la Fórmula 1 ya tiene una respuesta clara de Max Verstappen a la sanción que le impuso la FIA el pasado viernes por utilizar una palabra malsonante e ir en contra de la nueva regla que prohíbe a los pilotos el uso de 'palabrotas'.
La venganza de Max ha llegado este sábado después de la sesión de clasificación (donde ha sido segundo) en la rueda de prensa y lo ha hecho en forma de indiferencia y desinterés. El piloto de Red Bull ha respondido de manera muy escueta y cortante a las preguntas que se le han hecho durante la rueda de prensa oficial.
A lo largo de esta, le han pedido si podía desarrollar una respuesta que había dado previamente. Verstappen ha respondido: "No. Podría recibir una multa o un día adicional". Minutos más tarde le han preguntado si sabía si iba a estar en las ruedas de prensa de la FIA de ahora en adelante.
El neerlandés ha respondido de manera irónica: "Estoy respondiendo pero no mucho...tengo un problema en la voz". Para colmo, Verstappen sí ha atendido a los medios fuera del edificio de la rueda de prensa una vez esta ya había finalizado.
La venganza de Max ya está servida y no parece que su actitud vaya a cambiar por lo menos de momento. Lewis Hamilton también ha querido salir en defensa del piloto de Red Bull: "Es un poco de broma. Yo desde luego no los haría (los trabajos de interés público) y espero que Max no los haga".