Qué poco faltó para ver a los dos Red Bull fuera en la primera vuelta del sprint de Austria. Max Verstappen y Sergio Pérez se las tuvieron en los metros iniciales de una prueba en la que casi terminan los dos en el garaje en una sucesión de acciones que desató la ira de ambos en las radios del equipo de las bebidas energéticas.
Porque Verstappen, que no salió mal, vio cómo el RB19 le patinaba más de lo normal. Ahí aprovechó Checo, que le metió el coche para comenzar a liderar la carrera. No le gustó la jugada al bicampeón, que acusó al mexicano de haberle empujado fuera.
Se la devolvió en la curva 3, con una acción en la que ambos casi se paran en mitad del asfalto para evitar chocar. Eso hizo que Lando Norris casi se les llevase puestos, y que Fernando Alonso tuviera que irse por fuera para evitar subirse encima de Nico Hulkenberg.
El resultado, Verstappen liderando y Pérez tras el alemán de Haas en tercera posición, pero bien pudo haber sido un K.O. doble, o triple, en tres curvas que dejaron a ambos señalando al otro.
Todo se trasladó al terminar la prueba, en la que ambos conversaron durante minutos sobre lo sucedido antes de atender a la prensa.
Y Pérez fue muy claro: "Creo que Verstappen se ha enfadado. No le he visto en la curva 2, solo intentaba proteger. Después le devolví la posición".
Curiosa forma tuvo de devolverle posición, pero Max tampoco se quedó callado: "Me ha cerrado, pero hemos hablado después y me dijo que no veía por el spray".
Parece que llueve menos, pero a saber si se repite una situación similar entre los dos pilotos con el coche más dominador del Mundial. En carrera, en la carrera larga de Austria, complicado... pues Pérez, como es ya una costumbre, no pudo superar la Q2 y saldrá en la zona media baja de la parrilla.