Marc Márquez volvió a subir al podio en Australia. En Malasia terminó séptimo. Dos resultados con los que alucinan en el equipo Repsol Honda, conscientes de que la moto no está ni mucho menos preparada para hacer estos tiempos. Su realidad está mucho más atrás.
Esto comentó Albert Puig, team manager del equipo, en Malasia: "Digamos que el resultado de la clasificación del sábado, con Marc Márquez saliendo desde la Q1 y asegurando la tercera posición en la parrilla, fue irreal".
"Fue una actuación extraordinaria de Marc en esas dos vueltas, pero no era nuestro ritmo. Nuestro ritmo fue el que él mostró el domingo. No podemos pretender tener el ritmo para luchar por la victoria, así que finalmente estamos donde estamos y no es donde deberíamos estar", dice el jefe de Honda.
Asumen que tienen mucho trabajo de cara al año que viene si quieren volver a pelear por el campeonato: "Nuestro objetivo es llevar una moto más competitiva para nuestros pilotos en 2023".
"Este fin de semana ha sido la confirmación de que, sobre todo, en términos de potencia, tenemos que mejorar mucho. Los ingenieros están pensando y trabajando en cómo solucionarlo", explica Puig.
A pesar de que Márquez ha estado muchas carreras fuera por sus lesiones, está por delante de su compañero de equipo, Pol Espargaró, en la clasificación del mundial de MotoGP. Es decimosegundo con 122 puntos. Espargaró sólo suma 56 puntos.
"Vamos tarde"
Hace unos días Márquez fue muy claro con respecto al desarrollo de la Honda de 2023. "Van tarde...", dijo cuando le preguntaron sobre la comparativa con otras marcas en el desarrollo de la moto.
"Lo importante es que aquí, en los test de invierno, estaba muy lejos de las demás Honda en términos de ritmo, y este domingo he sido el mejor. Mi objetivo no es ser el primero entre los pilotos Honda, quiero estar por delante de todos", dijo el ocho veces campeón de motociclismo.