Trump declara la guerra a los jugadores de fútbol americano. Concretamente, a aquellos que, cuando suena el himno nacional antes del partido, hincan la rodilla para protestar contra la violencia racial. El presidente de los Estados Unidos insta a los dueños de los equipos a que echen a esos jugadores y lo ha, hecho además, con unas formas muy poco acertadas.
Ante una audiencia entregada en Alabama, Trump pone en la diana a los jugadores de fútbol. "¿Nos os gustaría que los dueños de los equipos de fútbol, cuando alguien falta el respeto a nuestra bandera, dijeran: ¡Saca a ese hijo de puta del campo! ¡Fuera! ¡Estás despedido! ¡Despedido!".
Curry se plantó
Se refiere a los jugadores, la mayoría afroamericanos, que hincan la rodilla cuando suena el himno de Estados Unidos. Un gesto para protestar contra la violencia policial que sufren los negros.
El insulto de Trump ya ha tenido consecuencias. La estrella de los Golden State Warriors, el equipo que ha ganado la NBA, anuncia que no acudirá a la Casa Blanca para la habitual recepción que hace el presidente de estados unidos a los campeones de la liga nacional de baloncesto.
La respuesta de LeBron James
A Trump le han sentado mal sus palabrtas y, a través de Twitter, responde que la visita a la Casa Blanca es un honor y que le retira la invitación. El resto del equipo ya ha dicho que ellos tampoco acudirá a la cita y el líder del que fue su rival en la final de la NBA también les apoya.
LeBron James, llama golfo a Trump y sostiene que visitar la Casa Blanca dejó de ser un honor cuando él llegó a presidente. La polémica no se limita al mundo del deporte, el cantante Stevie Wonder también hincó la rodilla anoche durante un concierto en Nueva Yoprk en solidaridad con los jugadores insultados por Trump.