Nadie daba crédito en París. Kyle Edmund sacaba, y Novak Djokovic restaba. Pero parecía al revés. Daba la impresión de que lo que se veían eran 'ace'.
Pero no. Lo que estaba pasando era el 'break' más rápido que se recuerda. El todavía número 1 del mundo ejecutando al 'primer toque' el resto contra el servicio de Kyle Edmund.
Una combinación fugaz de golpes que dejó fuera de combate a Edmund y que brindó el pase a cuartos de París-Bercy a Djokovic tras un 7-6 y 6-1 marcados por este 0-40.