La inestabilidad del juego de la española, 20 del mundo esta semana, se puso de manifiesto en la pista Manolo Santana del complejo de la Caja Mágica, donde Martic, 36 de la WTA, se impuso en una hora y 55 minutos.
Garbiñe, campeona de nuevo este año en Monterrey (México) volvió a jugar en Madrid presionada por las circunstancias. Su deseo de hacerlo bien en el torneo más importante del calendario en España parece atenazarla y ante Martic, a la que había vencido en el único duelo anterior, en Roland Garros en 2015, sucumbió por sus propios fallos.
Nunca ha tenido suerte la campeona de Wimbledon y de Roland Garros en Madrid, donde cedió en 2012 en primera ronda ante la china Na Li; en 2014, en la segunda, contra la australiana Samantha Stosur; al año siguiente, también en segunda, contra la rusa Svetlana Kuznetsova; en 2016 contra la rumana Irina Camelia Begu, también en segunda, y en 2017 ante la suiza Timea Bacsinszky de nuevo en primera instancia.
El año pasado, la rusa Daria Kastkina fue su verdugo, pero ya en octavos de final, su mejor actuación.
Garbiñe se presentaba en Madrid con dudas, ya que después de su triunfo en el torneo de Monterrey, participó en la eliminatoria de Copa Federación contra Bélgica sin poder ganar ningún partido individual, aunque si colaboró con Carla Suárez en el triunfo final del doble. Luego se dio de baja en el torneo de Stuttgart, debido a un virus gastrointestinal.