Fernando Verdasco (número 28 del ránking ATP) pasó a la segunda ronda del Abierto de China tras vencer en el tie-break del tercer set al francés Gael Monfils (número 39), muy combativo durante todo el partido, por 2-6, 7-6(3) y 7-6(5).

Con un balance de tres victorias a una a favor del francés en sus encuentros previos, se intuía que el partido sería duro para el español, y no defraudó: Monfils empezó frío el partido, cometiendo dos dobles faltas consecutivas, pero el francés se entonó rápidamente. Fue en el cuarto juego cuando el galo consiguió dos bolas de ruptura, que no desaprovechó, para poner tierra de por medio en el marcador.

El francés, al que se le veía muy entonado, parecía un pulpo, llegaba a todas las bolas y su derecha causaba estragos, fue finalmente en el octavo juego cuando se adjudicó el primer set, tras romper de nuevo el saque al español, 6-2 relativamente fácil para el número 39 del mundo. La dinámica de la segunda manga fue totalmente diferente, con un Verdasco más metido en pista y que a las primeras de cambio le rompió el saque al francés tras gozar de dos bolas de ruptura.

El español sufriría para hacer buena esa ruptura en un disputado segundo juego donde el francés le puso contra las cuerdas en un par de ocasiones, pero finalmente mantuvo una ventaja que viendo las circunstancias podía valer oro. Verdasco más cómodo, movía con su derecha a Monfils por toda la pista, las piernas del francés no eran las mismas y ya no llegaba a todas, se mostraba más errático y el español no le daba opción. Pero con 5-4 en el marcador y todo a favor para Verdasco, el galo sacó su mejor repertorio, un buen revés y una gran volea para empatar el partido y llevarlo a la muerte súbita. Con la tensión palpable en el ambiente, fue el francés quien cometió los errores, hecho que no desaprovechó Verdasco para adjudicarse la segunda manga y empatar el partido a sets.

El último y decisivo set comenzó con la misma igualdad con la que terminó el anterior, primero fue Monfils quien intentó desnivelar la balanza con dos bolas de ruptura que finalmente Verdasco neutralizó. Acto seguido y con 1-0 en el marcador, fue Verdasco quien gozó de hasta tres bolas de ruptura que tampoco pudo materializar.

El partido entró en una fase de respeto mutuo en el que nadie se atrevía a arriesgar más de la cuenta, hasta que se llegó a la muerte súbita, donde a Verdasco le tocó remar contracorriente y levantar un 4-0 para finalmente hacerse con la victoria.