Volar en el paraíso tiene un precio; para practicar salto de gran altura en El Nido, los clavadistas tienen que escalar para poder llegar a las plataformas.

Muchos clavadistas estaban emocionados antes de la prueba inaugural de las series mundiales: "Es el mejor sitio en el que he saltado en mi vida", asegura uno.

Pese a estar habituados a saltar desde más de 20 metros, una caída durante la subida asustaba a cualquiera: "Ha sido una bonita experiencia, con un poco de miedo, pero me ha gustado. No estoy segura de si volveré a repetir", cuenta una chica.

Además, para lanzarse desde los inalterados precipicios de El Nido hay que llegar hasta las lagunas en canoa. Un ingrediente extra que convierte en aún más especial esta prueba.

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