Alemania ha logrado imponer al país heleno prácticamente todas sus exigencias. La Eurozona y el FMI pondrán hasta 86.000 millones en tres años, de ellos 25.000 serán para los bancos, que se venderán. Además, se creará un fondo de 50.000 millones para garantizar la devolución del dinero prestado. Se hará con activos del Estado griego como sus puertos o su red eléctrica y contará con la supervisión directa de Bruselas.