Los trabajadores de una fábrica de Azuqueca de Henares han logrado mantener sus puestos de trabajo, sin embargo, a cambio han tenido que acceder a un descenso de los salarios que va desde un 15% a un 50%. Muchos de ellos llevan trabajando en la misma empresa décadas y su empleo pendía de un hijo desde el mes de junio.

Según declara uno de ellos, "nos ha costado mucho tiempo estar aquí y conseguir estas condiciones y al final nos vemos así". En tono pesismista, este trabajador, que lleva 37 años en la empresa, afirma que "no va a ser lo último".

Después de meses de tiras y aflojas con la empresa sienten que han ganado una batalla porque todavía conservan sus puestos. Lo han hecho a cambio de asumir una serie de duras condiciones que engloban, aparte de la bajada de sueldo, el aumento de su jornada laboral.

"Nos han dado a elegir entre la mano y el brazo y los trabajadores, por responsabilidad hemos elegido la mano", explica un empleado.

Sin embargo, la dirección de la compañía justifica lo ocurrido debido a las malas cifras de los últimos tiempos. "Comprendo que es muy duro y deberíamos ser capaces de compensar y de ligar los intereses de trabajadores y accionistas", argumenta un responsable.