A Díaz Ferrán y De Cabo, les vieron venir cuando empezaron a urdir sus planes. Cuando desembarcaron en Marsans, los administradores judiciales ya olieron lo que allí se cocinaba. Según el diario 'El País', esto es lo que dijeron los peritos en su informe de junio de 2010: "Es muy probable que cuando se dicte la sentencia, los exgestores no tengan ya bienes para hacer frente a las responsabilidades".

Y eso fue exactamente lo que acabó pasando, que Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual se declararon insolventes súbitamente, de la noche a la mañana. Ya habían puesto el muerto en manos de su cómplice, Ángel de Cabo, que tenía perfectamente claro cómo actuar. Varios documentos demuestran que el entonces nuevo dueño de Marsans ordenaba a su gente con un conciso "No se contesta" que no hicieran ni caso a los requerimientos de pago de sus acreedores. Pero ahora no les va a quedar otra que contestar a las preguntas del juez sobre estas y muchas otras pruebas en su contra.

SUS FAMILIARES LES VISITAN EN LA CÁRCEL DE SOTO DEL REAL

La esposa y los hijos de Gerardo Díaz Ferrán han acudido a visitarle a la cárcel de Soto del Real. Visiblemente compungidos, entre lágrimas, abandonan la prisión sin responder a una sola pregunta de los medios.

Tambén han acudido a la prisión los familiares de Ángel de Cabo, el cómplice de Díaz Ferrán. Tras ver a su marido después de su primer día entre rejas, la mujer de De Cabo ha salido especialmente afectada.