Si se excluye la provisión extraordinaria, que en términos netos fue de 218 millones, el banco cotizado habría ganado 966 millones de euros, un 137% más que un año antes, o un 58% si no se actualiza el resultado de entonces, que fue de 611 millones.
Con estos resultados, el banco, que recibió una multimillonaria ayuda pública en 2012, podrá destinar un dividendo de 202 millones de euros, de los que 126 millones serán cobrados por su matriz, BFA, participada íntegramente por el Estado.
El resultado neto del grupo BFA, que en total ha reservado 780 millones para las posibles indemnizaciones a accionistas, se quedó en 418 millones, un 80,8% menos que en 2013, cuando incluyó 1.795 millones sólo por el canje de preferentes y deuda subordinada.
En las cuentas de Bankia, que son las que realmente reflejan la evolución del negocio, el margen de intereses en el conjunto del año sumó 2.927 millones, lo que supone una mejora del 20,7% ajustados los resultados de 2013 o del 14% si se dejan como estaban.
Los ingresos por comisiones siguieron subiendo y en todo el año alcanzaron los 948 millones, un 1,3% más que en 2013; de esta manera los ingresos típicos bancario (intereses y comisiones) se elevaron a 3.875 millones y ayudaron a que el margen bruto llegara a los 4.009 millones, un 15,1% más.
Los gastos de explotación, por su parte, se redujeron un 8,3% respecto a 2013, hasta 1.586 millones. Gracias a la combinación de la mejora de los ingresos y a la reducción de gastos, Bankia ganó en eficiencia hasta situarla en el 43,5%, y el resultado antes de provisiones fue de 2.267 millones, un 43,8 % más.
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, destaca en un comunicado que para el banco, en 2014, cada trimestre fue mejor que el anterior, una "tendencia" que marca un "buen punto de partida" para lograr en 2015 el objetivo de rentabilidad sobre fondos propios (ROE) del 10%. A cierre de 2014 la rentabilidad era ya del 8,6%, aunque la provisión extraordinaria por la salida a bolsa, la redujo al 6,6%.
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