Mientras sus empleados se ven en la calle, el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, intenta mejorar la imagen de Bankia. Ha acordado con la Generalitat Valenciana ceder 300 viviendas para alquileres sociales  a familias desahuciadas.

Así lo ha señalado en su intervención tras suscribir su primer protocolo de colaboración de estas características con la consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, en un acto que ha estado presidido por el jefe del Consell, Alberto Fabra.

Esas viviendas, cuya titularidad conserva Bankia, se incorporarán a las 600 que integran el parque público de la Generalitat y se destinarán al Programa Extraordinario de Arrendamiento de Interés Social.

En concreto, será la Red Alquila quien realice las labores de mediación y prepare los contratos de arrendamiento, mientras que Bankia bonificará hasta un 50 por ciento el alquiler durante los primeros cinco años de contrato, y tres si cambia la legislación, y el alquiler de esas viviendas cedidas no podrá superar los 200 euros.